Observaciones puntuales

Observaciones puntuales

El crecimiento de la  economía dominicana supera la media regional, pero esto no ha logrado reducir los índices de pobreza y desempleo. Por otra parte, la lucha contra la corrupción y el narcotráfico no demuestra la efectividad necesaria para reducir estos flagelos sociales. Salvo en coyunturas muy especiales, las autoridades dan  muestras de voluntad para encarar estos males de manera que su vigencia no siga pareciendo el estado normal de cosas.

Estimadas en su justo contexto, las observaciones y preocupaciones hechas por el presidente del Grupo León Jimenes, José León Asensio, al exponer como orador invitado del almuerzo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), al que asistió el Presidente Leonel Fernández, retratan una realidad a la cual parecen resignarse algunos sectores de la sociedad, particularmente  quienes tienen por deber trazar las políticas para impulsar el desarrollo en todos los órdenes.

La necesidad de una agenda de cumplimiento continuo, para encarar los problemas de corrupción, pobreza, narcotráfico, delincuencia, desempleo, decadencia de servicios y otros no menos mortificantes se hace más evidente en la medida en que crece la parte de la sociedad que no parece inmutarse ante esos males, que se ha acomodado o resignado a convivir con ellos.

Lluvias y vulnerabilidad

A pesar de lo mucho que se ha invertido en modernas soluciones viales para agilizar el tránsito, la capital mantiene intactos abundantes puntos críticos en materia de drenaje pluvial. Las precipitaciones de estos días han reafirmado la existencia de esa vulnerabilidad, que los planificadores urbanos conocen con lujo de detalles. Hay pasos a desnivel y tramos de vías que son verdaderas trampas por las aguas que acumulan, pero no hay indicios de que esté en planes inmediatos la solución de estos problemas.

El inventario de puntos críticos es de vieja data, pero ha sido relegado al momento de planificar y ejecutar  soluciones viales. Como ejemplo al azar podríamos citar los pasos a desnivel de la Peña Batlle y la Tunti Cáceres por debajo del Expreso V Centenario, que se llenan de agua cuando llueve en abundancia. Sería un gran acierto si todas las  zonas vulnerables son puestas en la agenda de obras a ejecutar a  corto plazo.

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