Obsesiones colectivas

Obsesiones colectivas

En el año 2002 escribí en el “Listín Diario” una serie de artículos acerca de los libros de un conocido profesor emérito de la Universidad de Princeton, el doctor León-Francois Hoffmann. Propuse en esa ocasión que se invitara a Hoffmann a ofrecer un curso de antropología cultural. Creía yo que tanto los dominicanos como los haitianos recibirían los beneficios de algunas ideas estimulantes. Vivimos vapuleados por los problemas de “blanquismo y negrismo”, “hispanismo y africanismo”. Sufrimos un trastorno dentro de nosotros mismos. En lugar de aceptar las consecuencias culturales del merengue: la melodía hispánica, el acompañamiento africano; nos empeñamos en mantener “una guerra civil en el corazón”.

¿Somos negros o somos blancos? Cuando la guerra civil pasa del corazón – donde comienza- a la sociedad sobre la cual se ensaña, el daño no puede medirse, pues no se sabe dónde ni cuándo acabará. Las escuelas primarias son lugares apropiados para vacunar a los niños contra la viruela o la poliomielitis; también contra la guerra civil y las disensiones inútiles. Ninguna sociedad puede desarrollarse, económica y políticamente, si lleva dentro de cada uno de sus miembros “la semilla de la discordia”. Lamentablemente, este asunto no figura en nuestros planes de educación escolar. Lo cual podría corregirse.

En todas las “antillas birraciales” se corre el riesgo de malgastar energía nerviosa en conflictos raciales. Un poeta dominicano escribió: “el odio es el estéril amor de los demonios”. Los “anticuerpos” para defenderse del odio deben servirse desde la educación primaria pública; han de formar parte de un programa de gobierno. Podrían rotularse como “medicinas preventivas”. El progreso y el atraso -económico, cultural, político-, están conectados con las actitudes culturales para afrontar la vida colectiva. Los sentimientos son la tierra firme de la que proceden nuestros actos, empresas, miserias y grandezas.

La historia de los pueblos puede ser explicada a través de sus prejuicios, creencias y supersticiones; León-Francois Hoffmann ha publicado: “Le negre romantique: personnage litteraire et obsession collective”; También “Le roman haitien: ideologie et structure”. Pero el trabajo más interesante de este profesor es “Couleurs, croyances, creole”, esto es, “Colores, creencias, creole”. El idioma, el color de la piel, las creencias religiosas, son ejes de la identidad haitiana.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas