Ocasión para un gran pacto

Ocasión para un gran pacto

El inicio del diálogo entre el Gobierno y el Colegio Médico Dominicano (CMD), con la mediación del padre Jesús Castro Marte, rector de la Universidad Católica Santo Domingo, anunciado para el próximo jueves, debería dar cabida a todos los temas relacionados con los servicios de salud, además de los tópicos puntuales que motivan el encuentro. Médicos y paramédicos reclaman mayor inversión en salud y reivindicaciones laborales que sin duda merecen.
Hay necesidad de afrontar de manera integral las limitaciones del área de la salud, como bajo número de enfermeras, falta de camas en salas de cuidados intensivos, mejora de la logística de las salas de emergencia, insuficiencia de ambulancias, equipamiento general de los hospitales y otras carencias que degradan la calidad de los servicios y que deben ser atendidas en el contexto de la mayor inversión que reclaman los médicos.
En esta virtud y aunque no sea desde la primera sesión, al diálogo entre el Gobierno y el CMD deberían ser invitados todos los sectores que pueden contribuir a una solución integral de los problemas sanitarios del país, de manera que la inversión que se reclama sirva efectivamente para impulsar el salto cualitativo que precisan los servicios de atención en salud. La ocasión es propicia para un pacto formidable.

El olvido activa al Capotillo

Desde el 13 de agosto del 2005, cuando las atronadoras Harley Davidson policiales irrumpieron en el ensanche Capotillo anunciando el inicio del programa Barrio Seguro, esta zona capitalina vivió atada a la promesa de que muchos de sus problemas sociales precursores de violencia y delincuencia, serían resueltos a partir de la panacea en marcha. Una década después, los habitantes del barrio han tenido que refrescar la memoria de las autoridades que se han olvidado de ejecutar las obras que prometieron.
Las protestas de estos días indican que Capotillo sigue siendo el mismo barril de pólvora que las autoridades intervinieron hace unos diez años. El olvido de lo prometido es un precursor infalible para activar bombas sociales como esa de la zona norte del Distrito Nacional.

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