Las aerolíneas American Airlines, Delta, JetBlue, Southwest Airlines, United Airlines, Alaska Airlines, Frontier Airlines y Silver Airways han pedido autorización al Departamento de Transporte estadunidense para realizar vuelos comerciales diarios sin escala a Cuba.

Estas aerolíneas presentaron el miércoles pasado solicitud ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos perfilando qué rutas les gustaría cubrir. El gobierno dedicará los próximos meses a revisar las solicitudes y se espera que otorgue los permisos para las competidas rutas a La Habana el verano de este año.

Los vuelos a ciudades más pequeñas -si no son disputadas y carecen de cualquier asunto contencioso -podrían ser aprobadas mucho antes.

Una vez que sean concedidas las rutas, las líneas aéreas aún necesitarán tiempo para desarrollar itinerarios para vender espacio en los vuelos.

Y aunque el gobierno estadounidense establecerá las rutas, las aerolíneas tendrán que solicitar además a la autoridad de aviación civil de Cuba un permiso para operar en el país.

Todos los vuelos que operan actualmente entre las dos naciones son fletados, pero un acuerdo firmado entre ambos países el mes pasado permite hasta 110 vuelos adicionales, más de cinco veces la cantidad actual de operaciones fletadas.

Sólo 20 de esos vuelos pueden ir a La Habana, además de los actuales de 10 a 15 vuelos chárter por día. El resto volaría a otras ciudades cubanas.

American Airlines fue la aerolínea más emprendedora en su determinación, solicitando más de la mitad de los posibles permisos a La Habana, más el servicio a otras cinco ciudades cubanas más pequeñas.

Los turistas estadounidenses aún no tienen permitido visitar Cuba legalmente, pero el inicio de vuelos comerciales facilitará más las cosas a quienes entran en una de las categorías de viaje autorizadas.

Los vuelos fletados son caros, frecuentemente caóticos y carecen de muchos de los apoyos tradicionales de la aviación comercial, como una reservación por internet y servicio al cliente las 24 horas. La mayoría de los aviones propuestos por las aerolíneas estadounidenses transportarían unos 160 pasajeros. Casi 160,000 estadounidenses viajaron el año pasado a Cuba.