Ocho años después de la crisis, la economía sigue amenazada

Ocho años después de la crisis, la economía sigue amenazada

 

WASHINGTON. Ocho años después de la crisis financiera, el mundo empieza a asimilar una incómoda realidad: la economía global sigue teniendo grandes debilidades y puede que no haya ayuda de emergencia en camino.    La cotización a la baja, la inflación plana y el fenómeno de las tasas de interés negativas se han sumado a una desaceleración en los mercados emergentes para despertar el temor a que la economía se ve amenazada por peligros que los bancos centrales —que actuaron como salvadores durante la crisis— podrían tener problemas para combatir.    Mientras tanto, los bancos minoristas vuelven a ser un motivo de preocupación, sobre todo en Europa.

Los bancos estaban en el centro de la crisis entre 2007 y 2009, que comenzó en Estados Unidos por los préstamos excesivos a propietarios de inmuebles con mala calificación crediticia, y después arrastró al mundo a una recesión.    “Tenemos un crecimiento bastante flojo en todo el mundo. En realidad no tenemos ninguna inflación. Y tenemos mucha incertidumbre”, dijo David Lebovitz, que asesora en estrategias de mercado para JP Morgan Funds.

Parte de la inestabilidad reciente podría ser una reacción exagerada de inversionistas temerosos. Y las bajísimas tasas de interés se deben en parte a las políticas de dinero fácil emprendidas por los bancos centrales, que hicieron todo lo que pudieron para fomentar el crecimiento en los años posteriores a la crisis.

El desempleo es bajo en varias economías grandes, con un 4,9% en Estados Unidos y un 4,5% en Alemania. El FMI prevé un aumento del crecimiento, del 3,1% el año pasado al 3,4% este año.    Pero sigue lejos del crecimiento del 5,1% registrado en 2007, antes de la crisis. Ahora empieza a asentarse la idea de que el crecimiento podría seguir siendo mediocre, y que la inestabilidad reciente podría ser algo más que la volatilidad normal del mercado.

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