Octavio Dotel hará historia cuando lance con su 13er equipo en las mayores

Octavio Dotel hará historia cuando lance con su 13er equipo en las mayores

MLB.com. Podría suceder tan pronto como hoy. Cuando Octavio Dotel haga su primera pitcheada para los Tigres de Detroit – y eso podía pasar en el Día Inaugural en el Comerica Park en contra de los Medias Rojas de Boston – el dominicano romperá un récord. Dotel habrá jugado para la mayor cantidad de franquicias que cualquier otro pelotero en la historia de Grandes Ligas. Y eso probablemente le generará una sonrisa.

Eso se debe a que Dotel tiene una cita con el No. 13 de la suerte.

El relevista derecho de 38 años, quien debutó en la Gran Carpa como abridor a los 25 años de edad con un mundo de potencial para los Mets en 1999, ha jugado desde entonces para los Astros de Houston (2000-04), Atléticos de Oakland (2004-05), Yankees (2006), Reales de Kansas City (2007), Bravos de Atlanta (2007), Medias Blancas de Chicago (2008-09), Dodgers de Los Angeles, Piratas de Pittsburgh y Rockies de Colorado (todos en 2010), Azulejos de Toronto (2011), y, por supuesto, el equipo que ayudó a ganar la Serie Mundial el año pasado, los Cardenales de San Luis.

Detroit viene a ser su 13er equipo, cifra con la que Dotel romperá un empate a 12 con cuatro peloteros, el ex cañonero Matt Stairs y los pitchers retirados Mike Morgan y Ron Villone.

Ha sido una larga pero gratificante carrera para Dotel – una llena de gorras de diferentes colores, contratos de mudanza, maletas llenas con la ayuda de su esposa, Massiel, millas de viajero frecuente, servicio al cuarto y bastante papeleo para su agente, Dan Horwits.

Y a pesar del hecho de que Dotel ha sido cambiado seis veces, no cambiaría absolutamente nada en su historial.

«Después de haber estado en todos lados, se siente bien», expresó Dotel después de firmar con los Tigres en el invierno por un año y $3.5 millones.

«Estoy muy contento de poder lograr este récord, y espero seguir jugando».

Y no lo dice de broma. Primero que nada, Dotel todavía tiene gas en el tanque. El año pasado, el quisqueyano tuvo una efectividad combinada de 3.50 y 62 ponches con sólo 36 hits permitidos en 54 innings.

 Otorgó 17 pasaportes y registró un promedio WHIP (bases por bolas mas hits dividido entre innings lanzados) de 0.98.

Los bateadores derechos fracasaron en contra de Dotel en el 2011 hasta el punto de promediar para apenas .154. En la postemporada, cedió tres carreras limpias en 10 1/3 entradas, con 14 ponches y dos bases por bolas. Su desempeño coincidió con sus números de por vida (PCLA de 3.74, 1,077 ponches en 888 1/3 innings).

Esos números también hacen ver la inminente marca de Dotel, bueno, un tanto extraña. En otras palabras, si este tipo es tan bueno, ¿Cómo es que ha cambiado de equipo con tanta frecuencia? ¿Por qué los equipos no lo mantienen en sus filas por un tiempo?

La respuesta no es tan complicada como uno pudiera pensar. La curiosa carrera de Octavio Dotel, después de todo, debe tomarse caso por caso.

«Esa es la parte extraña de la historia», destacó Horwits. «No es un tipo que pasa de equipo en equipo probando suerte. Estamos hablando de uno de los preparadores de mesa más productivos del béisbol en los últimos años. Y parece que cuando es canjeado, es en la fecha límite de cambios del 31 de julio, cuando los equipos en contienda para la postemporada se ven necesitados de un refuerzo de categoría en su bullpen. O, en este caso, cada vez que ha sido agente libre, varios equipos están interesados en sus servicios.

«Hubo ocasiones en las que ocho o diez equipos presentaron ofertas significativas para adquirirlo. Este año, fueron cuatro o cinco, y Octavio se percató de ellos y dijo, ‘Detroit. Ahí es donde quiero jugar'».

Lo que Horwits dijo es muy cierto. Cuando miras el historial de transacciones de Dotel, hay varias explicaciones razonables para cada movimiento.

Dotel lanzó para los Mets en 1999 luego de ascender en su sistema de ligas menores, pero fue una de las piezas de talento que Nueva York envió a Houston en el invierno a cambio del zurdo Mike Hampton y el veterano jardinero Derek Bell.

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La travesía

Dotel jugó para los Astros la mayor cantidad de temporadas (4 1/2) que con cualquier otro club, pero en junio del 2004, fue enviado a Oakland en un canje que involucró a tres equipos cuya pieza central era el entonces jardinero boricua de los Reales, Carlos Beltrán, quien pasó a Houston a tiempo para catapultarlos a la postemporada. Después de establecerse como taponero con 36 salvamentos en la campaña del 2004, Dotel tuvo problemas con su codo que le pusieron fin a su temporada del 2005 después de 15 juegos. El dominicano se sometió a una cirugía Tommy John antes de convertirse en agente libre, entonces Dotel sólo pudo conseguir un contrato por $2 millones con los Yankees a su regreso, y cuando finalmente pudo jugar en agosto del 2006, el derecho mostró que estaba totalmente recuperado al final de la temporada y se ganó un contrato por $5 millones con los Reales para el 2007.  En julio de ese año, Kansas City lo envió a Atlanta en la fecha límite de cambios, para adquirir al derecho Kyle Davies.

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