Cientos de manifestantes irrumpieron ayer por la noche en la legislatura de Hong Kong, destrozando retratos oficiales y haciendo pintas con consignas a favor de la democracia en los muros de la cámara principal para después retirarse, luego de que policías antimotines desalojaron las calles circundantes con gases lacrimógenos e ingresaron al recinto.
La ocupación de tres horas, que terminó por la madrugada, ocurrió en el 22 aniversario del retorno de esa antigua colonia británica a China, y reflejó la frustración con la lideresa de Hong Kong por no responder a las exigencias de manifestantes después de varias semanas protestas.
Las manifestaciones fueron desatadas por una propuesta legislativa que proponía cambiar las leyes para permitir la extradición de sospechosos a China para ser enjuiciados allá. Los manifestantes golpearon las gruesas ventanas de vidrio hasta que las rompieron, y lograron abrir puertas de seguridad de metal.
La policía inicialmente retrocedió mientras los manifestantes entraban, evitando una confrontación y dándoles acceso al edificio. Los manifestantes se pararon sobre los escritorios de los legisladores en la cámara principal y pintarrajearon el símbolo del territorio que estaba en una pared. También escribieron consignas que exigen una elección democrática del gobierno municipal.