Odebrecht. El próximo jueves podrán declarar por última vez ante el tribunal los tres acusados restantes

Los acusados del caso Odebrecht Ángel Rondón, Víctor Díaz Rúa y Andrés Bautista, al realizar ayer su manifestación final ante el tribunal que conoce el juicio de fondo, expresaron cómo fueron alegadamente atropellados por el Ministerio Público al principio del proceso penal en 2017 y apelaron a la sensibilidad y buen discernimiento de las juezas, días antes de que estas emitan su fallo.

El primero en tomar la palabra fue Rondón, imputado de haber distribuido US$92 millones en sobornos para beneficiar a la constructora y quien aprovechó el espacio en el juicio para repetir su historia personal, incluyendo sus inicios en el mundo empresarial y cómo llegó a ser representante comercial de Odebrecht en la República Dominicana.

El acusado aseguró que a las juezas Giselle Méndez, Tania Yunes y Jissel Naranjo, del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, “no les queda otra alternativa” que declararlo inocente de los cargos.

Manifestó que, una vez tenga en mano esa posible sentencia absolutoria, irá al cementerio donde está enterrado su hijo Ángel Junior Rondón, quien falleció recientemente, para colocarla sobre su tumba.

“Cuando ustedes dicten una sentencia, magistradas, que no tendrán otra alternativa que absolverme de una condena, yo en ese mismo instante iré al cementerio Puerta del Cielo a entregarla a la tumba de mi hijo”, externó.

Víctor Díaz Rúa
El exministro de Obras Públicas manifestó que la mayoría de las acusaciones se refieren a hechos acontecidos después de que él dejara el cargo.

Afirmó que para ser incluido en el expediente, el Ministerio Público debió “tergiversar” la delación premiada de Marco Vasconcelos Cruz, a la que definió como “la columna vertebral” de la acusación.
Dijo que no entiende por qué el órgano de la persecución penal insiste en defender un expediente “mal instrumentado”.

Relató que cuando estaban detenidos en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, los sacaban de sus celdas para ser expuestos ante la prensa, lo que, a su juicio, sería suficiente para anular el proceso penal.

Expresó que no hay forma de que él y los demás encartados recuperen los cinco años que han pasado en el proceso penal, con las cuentas bancarias paralizadas y una gran dificultad para llevar adelante cualquier proyecto comercial.
“Cada uno de nosotros es un muerto civil”, clamó el exfuncionario.

Criticó que el MP, en su solicitud de decomiso de bienes, no especificó cuáles propiedades de los imputados son las que deben pasar a manos del Estado, lo que daría lugar a la posibilidad de que les quiten las obtenidas legalmente.
Andrés Bautista

El expresidente del Senado y del Partido Revolucionario Moderno (PRM) expresó que este caso muestra la “perversidad” del exprocurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, quien guarda prisión preventiva por un caso de corrupción.

Sostuvo que la población está confundida respecto a la implicación del Senado en este caso de sobornos. El acusado alegó que es el presidente de la República quien solicita los préstamos para una obra y quien selecciona la empresa que la construirá.

El dirigente político reiteró que su declaración jurada de bienes fue alterada para hacer parecer que no había reportado algunos bienes inmuebles.

También señaló que una empresa de un hermano suyo fue involucrada en el expediente, y que él mismo (Andrés Bautista) tendría una especie de control sobre ella a pesar de que ni siquiera es accionista en ese negocio.

El excongresista manifestó que la acusación fue “una venganza política y una perversidad”.

Aseveró que lo sometieron en este caso por haber denunciado la presunta sobrevaluación de la Central Termoeléctrica Punta Catalina y haber solicitado al Ministerio Público que investigara a Joao Santana, asesor del entonces presidente Danilo Medina.

Continuará el jueves
El tribunal suspendió el juicio hasta el próximo jueves, día en que los imputados Tommy Galán, Roberto Rodríguez y Conrado Pittaluga podrán dirigirse por última vez ante las juezas antes de que se reserven el fallo.