Lima, (AP).- La OEA creó el martes una comisión para estudiar la posibilidad de un retorno de Honduras al organismo tras el golpe de estado del año pasado.

La comisión tiene hasta el 30 de julio para dar sus recomendaciones, según la resolución aprobada en el día final de la asamblea de la OEA realizada en Lima.

El secretario general José Miguel Insulza quedó encargado de designar a los miembros de la comisión. Insulza dijo que los preparativos empezarán el lunes en la sede institucional de Washington, pero se abstuvo de dar detalles.

En el pasado Insulza ha conformado este tipo de comisiones con miembros que provienen de la propia OEA –como embajadores o funcionarios– y de la actividad privada internacional –como ex cancilleres o diplomáticos de su confianza–.

Para crear la comisión, los cancilleres latinoamericanos reunidos en Lima consideraron que «es necesario que los países miembros cuenten con mayor información sobre el estado del proceso político hondureño».

El vicepresidente y canciller panameño Juan Carlos Varela, presidente de turno del SICA (Sistema de Integración Centroamericana), dijo que le gustaría que el retorno se diera «lo antes posible» ya que todos los países centroamericanos, excepto Nicaragua, han reconocido al gobierno del presidente Porfirio Lobo, elegido popularmente después del golpe de estado.

Indicó que Centroamérica va a facilitar ese trabajo. En ese sentido dijo que esperaba que Honduras participe el 30 de junio en la cumbre presidencial centroamericana, en Panamá, a la cual han sido invitados los presidentes de Italia y Corea del Sur.

Honduras está suspendido desde el 4 de julio del 2009 debido al derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.

En Tegucigalpa, el presidente Porfirio Lobo dijo en rueda de prensa que «estoy muy contento por la decisión de la OEA de enviar gente a revisar, analizar e investigar lo que ocurre en Honduras y que nos señale lo que estamos haciendo incorrecto».

Señaló que «lo importante es que, como nación, Honduras tiene la voluntad de mantener relaciones cordiales con todos los países del mundo, sobre todo con nuestros hermanos latinoamericanos… y es fundamental que todo se haga en el marco del respeto a los derechos humanos y el cumplimiento de los acuerdos de paz (para solucionar la crisis hondureña)».

Zelaya, exiliado en República Dominicana, parecía opuesto a la decisión de la OEA. Dijo que pese a que Lobo ha sido elogiado por algunos ministros en la reunión en Lima, en realidad en Honduras «no se ha restaurado la democracia».

Lobo «ignora los informes de la OEA que denuncian violaciones a los derechos humanos y encubre a los responsables del golpe de estado», dijo en una carta difundida en la capital hondureña.

El acuerdo para facilitar el retorno de Honduras fue concretado en reuniones privadas de los ministros, luego que varios de ellos afirmaran que la suspensión afectaba más a los hondureños que a su clase política. Nicaragua y Venezuela han criticado, sin embargo, las acciones de Lobo y otras autoridades hondureñas al no permitir el retorno incondicional de Zelaya al país.

«El retorno incondicional de Zelaya no es negociable», afirmó en la víspera Antonio Patriota, enviado del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva. «Sobre eso hay consenso de los países».

Honduras fue suspendido bajo el argumento de que con el golpe violó principios de la Carta Democrática Interamericana.