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WASHINGTON (AFP) – El jefe de la OEA, el costarricense Miguel Angel Rodríguez, quien anunció su renuncia tras verse cercado por acusaciones de corrupción en su país, permanecía el martes recluido en su despacho, mientras los embajadores especulaban sobre la fecha y el nombre de su sucesor en los pasillos.
Rodríguez, quien el viernes abandonará definitivamente el cargo y perderá la inmunidad diplomática, llegó a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) el martes de mañana por primera vez desde que presentó su carta de renuncia el viernes pasado, y se recluyó inmediatamente en su despacho, evitando hablar con periodistas apostados afuera.
Los embajadores, entre tanto, festejaron el descubrimiento de América depositando una ofrenda floral frente a una estatua de Cristóbal Colón, y degustando tortilla española y jamón serrano en un banquete en el que Rodríguez brilló por su ausencia y los rumores corrían como reguero de pólvora.
La mayor pregunta, concidieron una decena de fuentes diplomáticas consultadas por la AFP, es si el secretario general adjunto de la OEA, el estadounidense Luigi Einaudi, quien reemplazará de manera interina a Rodríguez, estará al frente de la organización hasta junio, fecha de la Asamblea General anual, o si los cancilleres de las Américas se reunirán antes para elegir a un nuevo secretario general.
La lista de eventuales sucesores de Rodríguez crece día a día, y será difícil lograr un consenso entre los 34 países miembro -todos los del continente menos Cuba- sobre un nuevo candidato, indicaron los diplomáticos.
«Hay actualmente consultas intensas entre los cancilleres. Se necesita tiempo», dijo un embajador que se mantuvo en el anonimato.
«En el traqueteo se acomodan los melones», indicó por su lado un embajador del Cono Sur, que señaló que Centroamérica «quedó muy golpeada» tras la renuncia de Rodríguez y tendrá dificultades para lograr consenso sobre un nuevo candidato.
Los cancilleres centroamericanos se reunirán el jueves en San Salvador para intentar ponerse de acuerdo en un candidato único.
Algunos de los precandidatos centroamericanos son el nicaragüense Ernesto Leal, secretario general del Sistema de Integración Centroamericano (SICA), el vicepresidente guatemalteco, Eduardo Stein, y el ex presidente salvadoreño Francisco Flores, a cuya candidatura se oponen no obstante varias naciones que lo consideran demasiado pro-estadounidense.
«¿Para qué Flores? Para eso hablamos directamente con el departamento de Estado…», sostuvo un diplomático, que mostró así su rechazo al ex mandatario del único país latinoamericano que mantiene tropas en Irak.
Los candidatos sudamericanos que tienen posibilidades de lograr consenso son el ex presidente peruano Valentín Paniagua y el actual canciller peruano, Manuel Rodríguez Cuadros, el ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, y Jorge Tayana, vicecanciller argentino, dijeron los diplomáticos.
Varios países desean que Einaudi se quede hasta junio para poder terminar el plan de reestructuración de la OEA iniciado por Rodríguez para hacer frente al déficit de la institución. En junio los cancilleres pueden elegir a un nuevo jefe y vicejefe de la OEA en reemplazo de Einaudi, quien termina su mandato en 2005, señalan.
«Necesita tiempo hasta junio para poner la casa en orden», dijo una fuente. «Por ahora el único plazo que hay para una reunión de la Asamblea General es junio», recordó a su vez un embajador andino que dijo que en la OEA prevalece un sentimiento de «pena».
Pero otros insisten en que el tema debe resolverse mucho antes, aunque habrá que esperar a conocer el desenlace de las elecciones estadounidenses del 2 de noviembre, que puede cambiar el panorama.
Rodríguez, que presidió Costa Rica entre 1998 y 2002, es acusado de aceptar un soborno de la transnacional francesa Alcatel, a la cual su gobierno adjudicó una compra de 400.000 líneas celulares en 2001.
La Fiscalía de Costa Rica pidió su captura internacional a partir del 16 de octubre, si no se presenta a declarar ante la justicia costarricense.
