WASHINGTON (AP).- Los estados miembros de la OEA dieron el jueves a Ecuador un plazo de 24 horas para explicar cómo se produjo el «abandono de cargo» que se alegó para la destitución del presidente Lucio Gutiérrez. La decisión fue tomada luego que el representante alterno ecuatoriano ante la organización Jaime Barberis informara ante una sesión extraordinaria de embajadores que el cese por abandono de funciones del presidente lo decidió el Congreso siguiendo procedimientos constitucionales y «fue apoyado por la población».

Barberis pidió inmediatamente después de su intervención un cuarto intermedio a fin de permitir a los embajadores preparar «una resolución» de apoyo al nuevo gobierno encabezado por Alfredo Palacio, quien había sido hasta el miércoles vicepresidente de Gutiérrez.

Cuando parecía que ningún embajador iba a hablar en la sesión, surgió entonces la pregunta del embajador panameño, el ex presidente Arístides Royo, para que Ecuador explicara cómo se produjo el abandono del cargo que los legisladores ecuatorianos argumentaron para la destitución.

Alberto Borea, presidente del Consejo Permanente de embajadores, abandonó momentáneamente ese cargo para hablar como embajador de Perú y dijo que la comunidad interamericana «no puede mirar a otro lado y decir que en Ecuador no ha pasado nada».

Borea hizo notar que en medio de los acontecimientos que condujeron a la destitución, Gutiérrez se encontraba todavía en la casa de gobierno impartiendo órdenes que le correspondían como presidente.

Dijo también que los congresistas que lo destituyeron lo hicieron en una sesión en la cual no participó por lo menos un tercio del total y que la decisión fue tomada en un local fuera del recinto legislativo.

Mientras transcurre el receso, los cancilleres sudamericanos encabezados por el ministro brasileño Celso Amorim se encontraban en coordinación permanente y sus conclusiones servirán de base cuando los embajadores vuelvan a reunirse el viernes a las 10:00 a.m. (1400 GMT).

Royo y Borea no hicieron referencia a la aplicación de mecanismo alguno de la OEA, particularmente la Carta Democrática Interamericana, que puede aplicar sanciones a Ecuador en caso de comprobarse que la destitución de Gutiérrez fue inconstitucional.

Sólo esos dos embajadores hicieron pronunciamientos sobre la situación en Ecuador.

Cualquier decisión que adopte la OEA puede servir de base para el reconocimiento del nuevo gobierno de Quito.

Hablando en Vilna, Lituania, la secretaria de Estado Condoleezza Rice había dicho antes de la sesión de la OEA que era necesario primero «mantener la calma» en Ecuador y luego emprender un «proceso diplomático, democrático y constitucional» en ese país.

En la sesión no estuvo presente el embajador ecuatoriano Marcelo Hervaz, nombrado por Gutiérrez.

Hervaz no se presentó tampoco a la sesión vespertina de los embajadores el miércoles, cuando una sesión regular del Consejo Permanente se transformó en reunión de urgencia por los acontecimientos en Quito.

Ante la ausencia de Hervaz, los embajadores suspendieron la sesión hasta el jueves por la mañana, en que volvieron a suspenderla, esta vez hasta el viernes.