OEA respalda a Martelly en la crisis política de Haití

OEA respalda a Martelly en la crisis política de Haití

Washington.  La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó hoy de forma unánime su respaldo al presidente de Haití, Michel Martelly, y urgió a celebrar elecciones para solucionar la aguda crisis política que vive el país, un día después de la disolución del Parlamento.

El ministro de Exteriores de Haití, Duly Brutus, visitó la sede de la OEA en busca de un espaldarazo de los 34 países del continente y lo logró con una rapidez poco habitual en un organismo acostumbrado a debatir durante horas en situaciones de crisis.

En una declaración, el Consejo Permanente de la OEA expresó “su apoyo a las autoridades haitianas constitucionales y a todas las partes interesadas en lo que se refiere a su compromiso de celebrar elecciones libres, imparciales e incluyentes cuanto antes».

Esos comicios deben convocarse “de conformidad con las disposiciones constitucionales, para la renovación de las instituciones democráticas”, agregó la OEA en la breve declaración, adoptada por aclamación.

La sesión extraordinaria sobre Haití en el Consejo Permanente tuvo lugar un día después del cese de funciones del Parlamento (bicameral) de Haití, que se produjo según lo establecido en la Constitución, tras no poder renovar su matrícula por la vía electoral y fracasar un acuerdo para prorrogar su ejercicio.

La parálisis del Legislativo otorga a Martelly poderes especiales para gobernar por decreto, pero el presidente haitiano ha señalado que esa no es su intención y que prefiere agilizar los acuerdos y celebrar las elecciones.

En un discurso ante el Consejo Permanente, el canciller de Haití expuso el desarrollo de la situación política desde que Martelly asumió el poder en mayo de 2011 y las “dificultades” que encontró desde el comienzo para convocar unas elecciones parlamentarias y municipales que han quedado aplazadas durante años.   Los mandatos de un tercio de los senadores expiraron en mayo de 2012, dejando a la Cámara alta con solo dos tercios de sus miembros, mientras que este lunes venció el mandato de un segundo tercio de los senadores y la totalidad de la Cámara de Diputados.

Brutus atribuyó buena parte de las trabas al hecho de que, cuando el Senado pasó de 30 senadores a 20, “conservó desgraciadamente su fórmula” que requería una mayoría de 16 votos para la aprobación de medidas, en lugar de reducirla a una mayoría simple de 11.   Eso, añadió, “ha dado la posibilidad a una minoría de 6 senadores de paralizar el funcionamiento de la Cámara”, algo que se agravó por la práctica de muchos senadores de dejar vacío su asiento.   El canciller recordó que los acuerdos firmados en diciembre por los tres poderes del Estado y grupos opositores procuraban prolongar los mandatos de los diputados y los senadores, además de aprobar enmiendas a la ley electoral.   No obstante, esos “seis senadores decidieron abandonar esa opción, escogiendo la estrategia del caos, que consiste en buscar la división (del país) para la dimisión del jefe de Estado».

“La estrategia del caos no puede ser una estrategia política aceptable para garantizar la paz y la estabilidad de mi país”, subrayó el ministro.   Brutus garantizó que Martelly quiere “seguir con el espíritu del diálogo” y que, si decide emitir un decreto, será uno de “validación de la ley electoral” que fue aprobada por la Cámara de Diputados antes de ser bloqueada por el Senado.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que este martes se reunió en privado con Brutus, aseguró que la situación política en Haití es “lo suficientemente grave y urgente” como para pronunciarse al respecto.   “Hemos trabajado fuertemente durante el último mes para convencer a las partes de la necesidad de buscar un acuerdo, y nos hemos encontrado con una situación completamente imposible de superar en el Senado”, indicó Insulza, y subrayó que Martelly “ha hecho todo tipo de concesiones” para llegar a un consenso.   Por tanto, consideró “prudente” que la organización emitiera una declaración sobre Haití, como la elaborada por los países del grupo del Caricom, que fue debatida durante menos de una hora y finalmente adoptada por aclamación.