Hoy 
POR MARIO MENDEZ
Un estudio de la CEPAL y la FAO advierte que la oferta alimentaria de la República Dominicana es una de las más bajas de América Latina y el Caribe y señala los riegos y oportunidades del uso de la bionergía para la seguridad alimentaria.
En el estudio se publica un índice de oferta de energía alimentaria, según el cual la República Dominicana está entre los países que cuentan con un superávit de oferta alimentaria más bajo.
Sólo tres países están en peor situación que la República Dominicana, Haití y Bolivia, que tiene un déficit de oferta de energía alimentaria, y Guatemala, con un superávit muy bajo, cercano al de la República Dominicana, que es de alrededor de 1.02. Todos los demás países de la región, incluido Nicaragua, tienen un índice superavitario mayor que el de la República Dominicana.
El estudio también señala períodos recientes en los que el crecimiento de la oferta de energía alimentaria ha sido negativo.
El índice se calculó como la razón entre la oferta de energía alimentaria (kca/persona/día) y el requerimiento mínimo promedio per cápita (2200 kcal/persona/día).
El estudio advierte que los países de Centroamérica, cuya dieta está basada en el maíz, son los que presentan mayores riesgos de disponibilidad de alimentos con el uso de la bionergía como sustituvo de los derivados del petróleo, ya sea por una baja en la producción nacional, por climáticos adversos, o en una reducción de su capacidad para importar, a causa del incremento potencial de los precios de maíz, utilizado como biodiesel.
Oportunidad
El estudio indica que los programas de bioenergía podrían representar una gran oportunidad si pudieran ser focalizados hacia los pequeños productores con poca capacidad de acceder a los mercados para la venta de sus productos. Con la creación de un nuevo mercado y compras garantizadas por parte del gobierno o por las empresas procesadoras, esos pequeños productores pasarían a tener un ingreso estable y programado. Con esto se abre la posibilidad de invertir y ampliar sus actividades, explica el informe de la CEPAL y la FAO.
Según el estudio, la República Dominicana es de los países que tienen menos tierras adicionales disponibles para dedicarla a la producción de caña, cultivo utilizado en la producción de etanol.
