Contrario a la creencia que mantienen determinados círculos nacionales, un experto argentino en comunicación política sostiene que las ofertas o propuestas que se formulen en el marco de una contienda electoral no son determinantes para inducir al votante a ejercer el sufragio.
Orlando DAmos, doctor en Psicología, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano y autor de más de siete libros sobre comunicación política, entiende que una fuente fundamental de motivación al voto es una campaña en la que se vea mucha competencia, pero esencialmente un candidato carismático.
DAmos, quien estuvo en el país dictando una conferencia sobre Comunicación y Campañas Electorales en la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), reconoce que en todo el mundo la gente ha ido perdiendo interés por las elecciones, en unos casos porque ha dejado de creer en las ofertas de los políticos y en otros por entender que ejercer el voto no es una garantía de solución a sus problemas.
Es cierto que en los últimos años la gente y los medios de comunicación se quejan de la falta de un debate de propuestas profundas en una contienda electoral, fenómeno que es más marcado en América Latina, reconoció el experto, quien destacó que esta ausencia es aún más grave en los casos de elecciones de medio término, es decir, para el Congreso y los municipios.
Muchas veces se confunde cuál es el papel de un legislador, observó DAmos en una entrevista que concedió a HOY. Los legisladores no tienen papeles ejecutivos y muchas veces en sus campañas para atraer la atención de los votantes prometen cosas que en realidad exceden las características de sus funciones, comentó.
La falta de propuestas en una campaña está determinada también a que, según estudios, a la mayoría de la gente les aburre mucho el análisis profundo de un largo plan económico.
Tras hacer esta afirmación, el experto argentino señaló que es por ello que los candidatos tienen que aprender a hablar de una forma más llana. Entonces si los políticos simplifican sus propuestas para que el elector las entienda y se sienta atraído, esto facilita la vida a los propios políticos, les recomendó.
Las claves
1. Obama, el ejemplo
Al hablar de lo que logra el carisma, DAmos insistió en que el carisma de Obama y la forma de hacer campaña motivó a votar a gente que nunca había ejercido el sufragio, además de que atrajo el voto joven.
2. Háganse entender
Una de las cosas que más aburre a la gente en las campañas electorales es que hay cosas, como los planes económicos, que no entienden. Por eso es vital hacer propuestas simples, que todos sean capaces de entender.
3. No prometan tanto
Uno de los errores más comunes de los candidatos es prometer cosas que no pueden hacer.
La abstención
Hoy en día, en todas partes del mundo, el promedio de abstención electoral ronda el 40 por ciento y de acuerdo a DAmos esto tiene que ver con que regularmente se montan procesos que no despiertan mucha competencia o que tienen la ausencia de un candidato con carisma.
El carisma para mí es más del 50 por ciento de apoyo a un candidato, contrario a lo que ese candidato podría lograr formulando propuestas, dijo DAmos, quien citó el ejemplo de Barak Obama en las elecciones de los Estados Unidos.
Hay determinado tipo de liderazgo y de propuestas que en un determinado momento pueden ser particularmente atractivos y aumentan la participación de la gente en el proceso, dijo, destacando, sin embargo, que esto cambia según lo que es determinante en cada región del mundo.
En Estados Unidos la motivación de la gente está en el debate sobre su política exterior, en Europa la diferencia es respecto a lo que se plantea en torno a la migración o temas de carácter religioso, pero en América Latina lo que marca la diferencia es que la gente desconfía de los políticos, entiende que si gobierna uno o gobierna el otro sus problemas no van a cambiar, dijo.
DAmos insistió en lo determinante del liderazgo en una campaña al destacar que las pasadas elecciones en Estados Unidos hubieran sido impensables sin Obama. Fue el carisma de Obama y la forma de hacer campaña lo que motivó a votar a la gente que nunca había ejercido el sufragio.