Fray José Manuel Rodríguez afirmó ayer que la población japonesa ha dado un gran ejemplo de dignidad, respeto y  orden ante el terremoto del 11 de marzo, ya que a pesar de tantas pérdidas humanas y materiales han mantenido la tranquilidad sin violentar la propiedad privada.

Señaló que ante su tragedia los japoneses  han enseñado a toda la humanidad a valorar esos principios y  sus esfuerzos por salvar vidas.

El religioso hizo el señalamientos en una homilía que pronunció en una misa en memoria de los miles de japoneses que perdieron la vida durante el terremoto y posterior tsunami que afectó  esa nación.

La misa, que contó con la asistencia de decenas de japoneses residentes en el país, fue organizada por la Asociación Nacional de Japoneses Incorporados y contó con la presencia del embajador de Japón en el país, Soichi Sato; el cónsul Harukichi Miura, el representante de la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA), Seiji Ozawa, y miembros de la asociación, encabezados por su vicepresidente, Hidaka Takeaki.

Al ser entrevistado, el embajador japonés agradeció al Gobierno y al pueblo dominicano la solidaridad manifestada a raíz de la tragedia que afectó a su país y  afirmó  que esas expresiones contribuyen al rápido restablecimiento de Japón.

 La misa  oficiada por fray Rodríguez tuvo lugar en la Iglesia Santo Domingo, en el Convento de  los Dominicos.

Ayer el primer ministro japonés Naoto Kan se comprometió a hacer todo lo posible para ayudar a las víctimas del terremoto y el tsunami  durante una visita a las zonas más de devastadas.

 “El gobierno hará todo lo posible por ayudarlos”, afirmó Kan, durante su visita. Esta es  la tercera visita que él realiza a las zonas más afectadas por el terremoto de 9.0 grados en la escala de Richter que sacudió Japón el pasado 11 de marzo, según un reporte de la agencia de noticias Kyodo.