Oficios “de hombres” en manos de mujeres

<p>Oficios “de hombres” en manos de mujeres</p>

Una gran cantidad de mujeres de escasos recursos de la Zona Oriental  han mejorado sustancialmente su condición económica luego de haber aprendido algunos oficios que comúnmente están reservados para hombres.

POR MIRFAK ROWLAND
Tras muchos años sumergida en la precariedad económica, Mayra Carreras  dividió, por muchos años, sus horas de trabajo entre el oficio de ama de casa y el de empleada doméstica, lavando y planchando en casas de familia.

Con una hija que padece traumas cerebrales y el peso que representa el costo de este padecimiento, esta luchadora trataba “a duras penas” de sacar adelante a su familia, siendo padre y madre a la vez, una condición que se está haciendo cada vez más recurrente entre las mujeres en esta sociedad.

La situación económica que enfrentaba, la enfermedad de su hija  y el deseo de estar más cerca de ella a fin de ofrecerle mejores atenciones la llevaron a buscar alternativas más rentables y que le ayudarán a salir de la extrema pobreza sin tener que alejarse del hogar.

 A raíz de esto, en el año 1995, descubre una escuela en donde, sin tener que incurrir en ningún gasto, aprendió el oficio de la tapicería, una tarea que, por el esfuerzo físico que representa, estaba  reservada sólo para los hombres, pero que gracias a una institución  auspiciada por Ce-Mujer, le ha sido  brindada a muchas mujeres del municipio Santo domingo Este la oportunidad de aprender ésta y otras labores como la ebanistería, plomería, artesanía y demás, con el interés de que estas aumenten sus ingresos, y por consiguiente, mejoren su calidad de vida.

11 años después,  Mayra Carreras se considera una mujer preparada  que en poco tiempo ha logrado muchas de sus metas. Según sus propias palabras, sus ingresos han aumentado en un cien por ciento, por lo que ahora puede costear los gastos de su casa, ubicada en el sector de Los Mina,  sus gastos personales y la enfermedad de su hija, además que también puede estar más cerca de ella, pues realiza su labor en el seno de su hogar y en su compañía.

Ha cultivado una gran clientela que confía en la calidad de su trabajo, y pese a que muchos de sus colegas tapiceros lo menosprecian por ser hecho por una mujer, esto en vez de amilanarla, la impulsa a seguir trabajando pues “las mujeres trabajamos mejor porque le ponemos a la labor femineidad y sensibilidad”.

El Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer “Evangelina Rodríguez” es una entidad que procura apoyar a mujeres de escasos recursos en la capacitación técnica no tradicional y auspiciar su integración al mercado de trabajo, a fin de mejorar su condición social, económica y cultural. Más de 120 mujeres han conseguido mejorar su nivel de vida por medio a esta entidad.

Esta institución tiene entre sus objetivos lograr un mayor acceso de las mujeres de sectores populares en la Zona Oriental a cursos de formación técnica profesional en áreas no tradicionales, contribuir al reconocimiento social de la capacidad de la mujer para el ejercicio de oficios y técnicas laborales en las que su presencia ha sido escasa o nula, entre otras finalidades.

El centro cuenta con el apoyo de Ce-Mujer y AMUTEC, una asociación creada por un grupo de mujeres egresadas de este centro que, motivadas por las enseñanzas adquiridas, decidieron agruparse para realizar diversas ferias y actividades en pro de dar a conocer la entidad.

Por su parte, la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ) y la Agencia de Cooperación Técnica Española (Intermon – Oxfam), auspician este centro y contribuyen no sólo en la capacitación de las féminas, sino también en otorgarles préstamos para que monten su negocio propio.

Entre los cursos que ofrecen se encuentran la ebanistería, electricidad residencial, refrigeración, tapicería, pintura de muebles, confección de sandalias, plomería, tallado en madera, terminación de muebles, confección de carteras y correas, velas y velones  entre otros.

Rosa Elena Moreno, encargada de mercadeo de Amutec, expresó que las mujeres de sectores humildes que decidieron estudiar oficios técnicos no tradicionales han dado un ejemplo de empuje progresista y de derrumbe de barreras que limitaban a la mujer.

“Eramos todas mujeres recluidas a las cuatro paredes del hogar que decidimos progresar mediante la capacitación. Hoy somos personas que tienen sus propios negocios, mujeres que no hemos descuidado la familia y que, al contrario, hemos logrado que las que tienen sus compañeros los involucren a ellos mucho más en la unidad del núcleo familiar”, expresó Moreno.

El programa de capacitación se desarrolla en el Politécnico Santo Domingo Oriental, recinto Fabio A. Mota y, en conjunto con Amutec, ha realizado actividades de expansión, entre estas una feria que culminó el pasado jueves 14 en el Multicentro La Sirena de la Charles de Gaulle, en donde fueron puestos a la venta diversos muebles y artículos elaborados por las miembras. El teléfono de la escuela es el 809-594-3627.

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