Hoy 
POR ELIAS RUIZ MATUK
Un militar cardiólogo del Hospital Central de las Fuerzas Armadas fue quien recogió los cuerpos de los dos policías que se batieron a tiros con cuatro hombres acusados de diversos delitos en el sector Los Prados, en la capital, quien para poder salvarles la vida tuvo, incluso, que disparar contra los agresores.
Gracias a ese héroe anónimo, ya que su nombre no pudo ser obtenido por HOY, el sargento mayor Julio Pereyra Hernández y el sargento Micaías Hernández Abad, se recuperan en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas, tras ser intervenidos quirúrgicamente.
Entrevistados por reporteros de HOY, Pereyra Hernández y Hernández Abad, coincidieron en afirmar que patrullaban la zona de Los Prados normalmente cuando avistaron el carro Honda Civic, 1989, rojo vino y consideraron sospechosos a los que abordaban el vehículo.
Ambos patrulleros acordaron que debían detenerlos por el perfil sospechoso que presentaban y sin titubear le dieron la orden de paro.
Explicaron que tan pronto se acercaron al vehículo, desde el mismo comenzaron a disparar contra ellos, hiriendo de inmediato a Pereyra Hernández, por lo que Hernández Abad también le respondió a tiros.
Explicaron que Nicasio Soto Ramírez y Albert Segura, muertos en el intercambio de disparos, trataron de escapar, sin cesar de disparar y lograron herir también a Hernández Abad, quien desde el suelo continuó disparando, mientras Pereyra Hernández pedía refuerzos a la Policía.
El médico cardiólogo militar, cuyo nombre no fue posible obtener, quien se encontraba en el lugar por casualidad, auxilió a los policías y logró herir a uno de los asaltantes, mientras los refuerzos llegaban y arrestaban a Genius Montero Montero (El Peluche) Y a Pablo Alfonso Berroa (Odilio).
Tanto Peryra Fernández como Hernández Abad negaron que Berroa haya sido obligado por los maleantes a conducir el vehículo, sino que éste era cómplice de los atracadores.
«Diga que ese señor (el taxista) es cómplice de los delincuentes», dijo Pereyra Hernádez a HOY.
LA SALUD
Pereyra Hernández rebasa una crisis luego de recibir un «tiro transflictivo», que lo cruzó en ambos costados y que el domingo no le permitía mover ninguna de sus extremidades inferiores, cosa que ya hace y se recupera en una de las salas de hombres del hospital militar.
Afortunadamente el proyectil no afectó ninguno de sus órganos, según dijeron los médicos.
Mientras que Hernández Abad recibió cinco disparos en el área torácica y abdominal y dos más en la cara y en la mandíbula, por lo que tiene mucha dificultad para ingerir alimentos y hablar.
El director del hospital, general médico Hugo Pérez Comprés, explicó que Hernández Abad, inmediatamente después de haber sido sometido al quirófano, reaccionó de manera positiva en sus extremidades locomotrices.
Sin embargo, uno de los siete disparos que recibió afectó sus intestinos, por lo que se mantiene en observación en la sala de Cuidados Intensivos y se le presta asistencia médica a fin de que pueda salvar la vida.
Algunos de los proyectiles que recibió aún se alojan en su cuerpo, «pero lo más importante ahora es salvar su vida y posteriormente la extracción de esos proyectiles», dijo el general Pérez Comprés.
Manifestó que Pereyra Hernádez ya tiene movilidad en sus piernas, lo que es una noticia favorable para su salud, porque había quedado inmovilizado por el impacto de bala.
Los agentes podrían rebasar el peligro de muerte en 72 horas bajo observación médica.
Durante el incidente, además de las dos víctimas, la Policía apresó a dos de los agresores y persigue a otro sólo identificado como Sasó, quién también reside en el sector Los Ríos.
Las autoridades instaron a éste a entregarse lo antes posible, a fin de evitar enfrentamientos y para que su futuro no sea incierto».
