Las cosas no van muy bien esta temporada para el bateador-lanzar japonés Shohei Ohtani. Ni suena para el premio de Más Valioso.

En la ofensiva, su promedio está en .242, con 11 jonrones y 32 remolcadas. En el pitcheo, tiene récord de 3-4 y efectividad de 3.00. Para alguien que hace dos trabajos, no son números tan malos, pero tampoco extraordinarios. La temporada pasada disparó 46 jonrones con 100 remolcadas y tuvo récord de 9-2 y 3.18.

Hace un par de años comenté en mi programa Impacto Deportivo que Ohtani tendría que decidir entre batear o lanzar.

Muchos expertos y antiguos peloteros que hoy son comentaristas piensan también de esa manera. Si me tocara decidir, creo que tendría mejor futuro como bateador.

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En realidad no entiendo cómo alguien puede prepararse para batear diariamente y para lanzar cada cinco días.

Mi principal argumento es que como lanzador se expone a más lesiones. Sin embargo, hay un punto relevante: Ohtani tiene 27 años y va por un contrato grande.

Si él pide en función de que tiene dos trabajos (lanzar y batear), entonces su salario estaría entre los 40 y 50 millones anuales.

Ahora bien, yo pregunto: ¿Qué pasaría si yo te doy un mega contrato para lanzar y batear y sobre la marcha Ohtani decide hacer una sola cosa?.

Señores de esta columna salen muchas situaciones y temas para debatir.

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FRANKLIN MIRABAL es desde hace 26 años Editor Deportivo de HOY

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