OISOE y honestidad

OISOE y honestidad

En el reciente escándalo de corrupción que se señala a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), voces se han pronunciado por su desaparición como terapia para corregir sus inconductas, cuando lo correcto es disponer de funcionarios honestos.

Propiciar la eliminación de la OISOE es el atajo más supino, y sería un símil de sugerir suprimir al Estado para concluir con muchos de sus defectos y decepciones a la sociedad.

En la OISOE como en todas las instituciones el requerimiento es el desempeño de funcionarios honestos e idóneos como la fórmula expedita que requiere la sociedad.

La OISOE demostró que es posible su correcto desempeño cuando fue dirigida por el ingeniero Rafael Vitelio Bisonó Genao, el famoso constructor Tato Bisonó, y así con los desempeños de los ingenieros Angel María Pichardo y Arístides Derrién en el INDRHI y en esa posición a Raúl Barrientos.

Manuel de Jesús Viñas Cáceres, el inolvidable Meme, en Agricultura y el CEA; Luis María Bonnett y Frank Piñeyro en la CAAS D; Carlos Ramón Domínguez y Gilberto Villanueva en el IAD; Jottin Cury y Emmanuel Esquea en la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo; José Frank Cuello Nouel y Alfredo Balcácer Vega en la Fiscalía del DN, Manuel Ramón Morel Cerda en la Procuraduría General; Julio César Castaños Espaillat y Andrés María Aybar Nicolás, rectores de la UASD.

El presidente Medina debe y tiene que incorporar a su equipo administrativo a secundadores de la envergadura de los mencionados, de los cuales hay pocos, y el requerimiento es que abunden.
Es una sugerencia pletórica de excelsos deseos que deposito como tarea reflexiva al gobernante de todos los dominicanos.

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