OIT: hemos globalizado la pobreza

OIT: hemos globalizado la pobreza

Interesante y extraña coincidencia tuvo lugar durante la realización de  la l01ava. Conferencia Internacional de la Organización Internacional del Trabajo –OIT-, realizada en Ginebra, Suiza, en este mes de junio, cuando decenas de países  ricos y desarrollados confesaron tener los mismos problemas estructurales, económicos, políticos y sociales que  siempre han  sido inherentes a los llamados países en vías de desarrollo o pobres.  

 Usted no lo va a creer, pero bastó que la agenda de la Conferencia abordara a profundidad el tema  del empleo y el trabajo decente como ícono de los debates del Informe del Director General y ¡zas! ahí comenzaron los discursos de preocupación  y lamentos para tratar de buscar recetas parecidas al mismo mal  del desempleo entre los graves problemas  que azotan al Universo, no importando raza, credo ni religión.

Estados Unidos,  España, Francia, Grecia, Portugal, Rusia, Bulgaria, Botswana, México, Finlandia, China, Kenya, Bulgaria y claro está, República Dominicana, entre otros, forman  parte de los  países  que manifestaron tener problemas de empleo; la informalidad y el trabajo precario están como parte de sus problemas que afecta sobre todo a jóvenes que ingresan de manera cotidiana  al mercado laboral y  a las  mujeres.

La citada Conferencia estuvo presidida por el Dr. Rafael Alburquerque, Vicepresidente de la República, lo que constituye un reconocimiento, honor y orgullo para el país, el cual ratificó el acierto de su elección, pues condujo todos los trabajos de la Conferencia con su acostumbrada veteranía, destreza y maestría, a la vez que su elección es un  merecido reconocimiento de la OIT a este destacado profesional del  derecho del trabajo.

 Dentro de las actividades de la Conferencia tuvo lugar un panel de alto nivel titulado “De cara al futuro: enseñanzas de la crisis en el marco del pacto mundial para el empleo”, moderado por la destacada periodista de la BBC de Londres, Ritula Shah, con la participación del viceministro de Recursos Humanos y Seguridad Social de China, señor Wang Xiaochu, el ministro de Servicios Financieros y Fondos de Jubilación y Ministro de Empleo y Relaciones Laborales de Australia, Bill Shorten, la ministra de Trabajo y Previsión Social de Chile, Evelyn Mathel, así como también el profesor Haroon  Bhoraat, ministro de Desarrollo Económico de Sudáfrica, Alexander Shokhin, presidente de la Asociación de Industriales y Empresarios de la Federación Rusa, y Luc Cortebeeck, presidente de la Confederación de Sindicatos Cristianos de Bélgica y vicepresidente del Consejo de Administración de la OIT .

Por el contenido del tema y el listado de países participantes, se pone de manifiesto lo que expresé al inicio, es decir, el tema de la falta de empleo de calidad y la necesidad de hacer ajustes económicos y sociales para enfrentar esta situación, obliga quizás por vez primera, al Norte y al Sur, a que los latidos de sus corazones palpiten al unísono.

En ese extraordinario panel, al escuchar atentamente las distintas  e interesantes exposiciones que se hicieron, no pude sustraerme y me atreví a hacer en voz alta las reflexiones que comparto con ustedes:

¿Qué pasa en el mundo? Hoy en el siglo XXI hay más habitantes  que demandan mayor consumo de alimentos, servicios de salud, educación,  vivienda,  vestidos y mayor necesidad de esparcimiento.

¿Qué pasó con los empleos? Dónde han ido? Qué ha pasado con el desarrollo científico/tecnológico? Hizo innecesario el uso de los recursos humanos? Es que se está privilegiando el trabajo barato?  Qué ha pasado con las otrora grandes empresas que empleaban miles de personas con condiciones de trabajo reguladas? Por qué hay más trabajadores informales? Por qué se han globalizado los mercados y se ha restringido  y regulado de manera violenta  y absoluta la libertad de tránsito de las personas? Qué pasa que a pesar de la crisis ahora vemos compañías que reportan beneficios enojosos?

¿Qué es lo que ha fallado? No tenemos las respuestas, lo que sí sabemos es que ahora somos iguales, países ricos y pobres, con millones de pobres y desempleados, aquí y allá, hemos globalizado la pobreza.

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