Muy saludable sería que los miembros de la Asamblea Revisora reconsiderarán la decisión que tomaron con relación a la posibilidad de que el matrimonio evangélico tenga efecto en lo civil.

Ya son muchas las voces sensatas y sanas que se han pronunciado a favor de que se les de esta facultad a las iglesias evangélicas.

Por parte de la Iglesia Católica, el obispo de la diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, dijo que para el clero no es ningún problema que se autorice a la comunidad evangélica a oficiar matrimonios.

El presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps, propuso la elaboración de un reglamento oficial que consigne los requisitos que debe llenar toda congregación religiosa para tener derecho a oficiar matrimonios jurídicamente válidos.

El licenciado De Camps entiende que esto puede ser una salida a la situación creada con la decisión de la Asamblea Revisora.

El diputado del Partido Revolucionario Dominicano-PRD- Sergio Cedeño consideró como una injusticia, inequidad y privilegio irritante impedir esta facultad a los protestantes del país, mientras se les permite lo mismo a los miembros de la Iglesia Católica.

Calificó de serio y vasto el movimiento evangélico, “con sólidas y amplias bases institucionales y social, que está preparado, al igual que la Iglesia Católica, para celebrar matrimonio con efectos en lo jurídicos”.

El coincidió con De Camps en el sentido de que lo plausible es reglamentarse bajo que condiciones y criterios se permitiría esta facultad.

Incluso, calificó como una intransigencia impedir que otras iglesias puedan casar a sus miembros como lo hace la católica.

Es uno de los diputados que se ha comprometido a promover un cambio de decisión para cuando el asunto sea conocido en segunda lectura.