Ojalá que el Gobierno aplique la Ley General de Migración

Ojalá que el Gobierno aplique la Ley General de Migración

Si la ley de migración se cumpliera, el país fuera ejemplo

La ley tiene gran debilidad y es la débil sanción que consigna

Ya era tiempo un Gobierno tomara el toro por los cuernos

La Ley General de Migración, la número 285-04, tiene 17 años en vigencia, pero en todos esos años no ha sido cumplida. Más todavía: no ha habido interés alguno en acatarla de parte de los gobiernos que hemos tenido en ese período. Por eso, el desorden migratorio es tan grande en la República Dominicana.

Si esta ley se cumpliera, el país fuera ejemplo de orden en el ingreso, permanencia y salida de extranjeros al y desde el territorio dominicano. También en el empleo de mano de obra del exterior.

Ahora, el Gobierno ha reunido a sus principales ejecutivos encargados del cumplimiento de esta ley 285-04 y ha dicho que tomará todas las previsiones necesarias para hacer cumplir este documento legal. Ojalá que así sea, pero advertimos de inicio que esta ley tiene una gran debilidad y es la débil sanción que consigna para quienes violen las normativas de contratación de mano de obra extranjera. El artículo 132 establece sanción de cinco a 30 salarios mínimos.

Cuando Estados Unidos quiso atacar de frente el ingreso de indocumentados a su territorio, algo ocurrido a fines del siglo pasado, cambió de método y puso su mirada en los empleadores que se sentían cómodos empleando a los ilegales. Los sancionados dejaron de ser los indocumentados. La ilegalidad se estableció en quienes empleaban mano de obra que ingresaba al país al margen de la ley. Pero las sanciones con multas y cárcel eran altas porque tenían el propósito de disuadir a los empleadores que gustan la acumulación de capital cebándose en el pago de salarios por debajo de las tarifas oficiales.

Mientras esa debilidad es corregida, debemos decir que ya era tiempo de que un Gobierno tomara el toro por los cuernos. La manera más honorable que tiene un país de controlar los flujos migratorios es haciendo cumplir su normativa legal, sin atropellos y sin alejarse del cumplimiento de los Derechos Humanos.

Saludamos, pues, los controles anunciados. Creemos que si el Gobierno quiere hacerlo podrá hacerlo. No será fácil, es verdad, porque tendrá de frente a los dueños de grandes plantaciones agropecuarias y a los constructores, pero el país necesita ordenar los flujos migratorios.

La economía dominicana necesita, además, que los empleos que se generan en la industria, en los servicios y en la agropecuaria sean mayoritariamente para los dominicanos.

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