Ojalá que el Gobierno lo entienda

Ojalá que el Gobierno lo entienda

La población económicamente activa (PEA) es la que está trabajando o dispuesta a trabajar.  La PEA es de 4.6 millones de personas y en los últimos cuatro años crece a 2.2% anual, de manera que para que estas personas adicionales encuentren empleos las oportunidades deben crecer, al menos, en 2.2% anual.

Por la teoría económica sabemos que el nivel de empleos depende del nivel de actividad económica (PIB) y es un hecho empírico, con 99% de confianza, que un crecimiento de 1% de PIB genera entre 0.45% y 0.54% de crecimiento en el empleo. Elijamos el punto medio que es 0.50%, de manera que para reducir el desempleo del nivel actual es necesario un crecimiento económico superior al 4.4% (=2.2/0.5). Un crecimiento económico por debajo de ese nivel, con la misma estructura económica aumenta la tasa de desempleo.

El Banco Central reporta que la tasa de desempleo para 2011 fue de 14.59%, el Presupuesto reporta que en 2012 la economía creció en 4%, de manera que el empleo debió crecer en 1.98% y la tasa de desempleo estar en 14.9%.

Para 2013, el Gobierno proyecta un crecimiento económico de 3% y por lo tanto el empleo crecería en 1.35%, elevando la tasa de desempleo a 15.4%. Esto significa que se crearán unos 59 mil nuevos empleos y no 100 mil como propone el Gobierno.

Los resultados en el 2013 pueden ser aún peor que el escenario descrito por las cifras oficiales. Por tres razones: Primero, un profundo daño moral por el “borrón y cuenta nueva” que justifica toda violación a las leyes y normas. Si los políticos violan las leyes, desvían fondos y cometen dolo, y al final nada les pasa ¿porqué la ciudadanía no puede hacer lo mismo? O peor aún es legítimo burlar las leyes si otros lo hacen. Segundo, se aumentaron los impuestos sin ninguna garantía para la ciudadanía de que esos recursos serán utilizados correctamente. Tercero, se aplica un nivel de gasto primario que es más bajo en términos reales pero dejando intacta la mala calidad del mismo.

El efecto combinado de lo anterior se puede medir mediante un ejercicio econométrico sencillo que asocia el nivel de gasto público primario real con el nivel del PIB y con el empleo, de manera que para 2013 el desempleo podría colocarse entre un 15.3% hasta un 18%.

Estos son cálculos asumiendo que el escenario actual institucional y los demás componentes de la demanda agregada muestren comportamiento similares al promedio de los últimos años. Si el entorno institucional cambia, rescatando la credibilidad y confianza en las instituciones públicas, los resultados de 2013 pueden ser mucho mejores de los previstos en estas proyecciones. Ojalá que el Gobierno así lo entienda.

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