Ojalá sea la última reforma del 124

Ojalá sea la última reforma del 124

El Presidente Danilo Medina se ha anotado una complicada victoria política tanto para su liderazgo personal, partidario y nacional, al lograr la trigésimo novena reforma constitucional de la historia dominicana, la cuarta modificación de los últimos 21 años y la segunda del último lustro, la cual repercutirá en el porvenir democrático de la nación.

Complicada, porque para reformar el artículo 124 sobre la elección presidencial, el mandatario tuvo que negociar la adhesión determinante de los 41 asambleístas del opositor PRD, que postulaba a la presidencia al renunciante Miguel Vargas, y construir de ese modo una coalición oficialista cabalgando junto a su debilitado archirrival perredeísta, además del PRSC, el viejo partido del desaparecido caudillo Joaquín Balaguer, también electoralmente disminuido.

El flamante texto aprobado por la Asamblea Nacional Revisora dice: “Artículo 124. Elección Presidencial. El Poder Ejecutivo lo ejerce el Presidente o la Presidenta de la República, quien será elegido o elegida cada cuatro años por voto directo. El Presidente o la Presidenta de la República podrá optar por un segundo periodo consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”.

Es indiscutible que la Carta Magna tiene que ser blindada, como se ha contemplado en el acuerdo rubricado entre la membresía del Comité Político del PLD, para garantizar la perpetuidad del texto y preservarla de ambiciones futuras. Además, la nación adolece de una ley de partidos y de garantías electorales.

Al referirse al candente tema por primera vez, Medina defendió la actuación de la Asamblea Nacional, dijo que la reelección servirá para profundizar los cambios y el proceso de democratización, pero que para él constituye un sacrificio, en razón de que su carrera política concluirá en el 2020, si resulta reelecto, o no, el próximo año.

 

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