Siempre se ha dicho que el consumo excesivo de azúcar es dañino para la salud, pero pocos conocen de una enfermedad conocida como glicación, producida precisamente por esto,  y  que puede producir envejecimiento en la piel, y destruir órganos vitales como  los   pulmones,  hígado, cerebro,  riñones y corazón.

Cuando nuestra alimentación está cargada de azúcares, este exceso de glucosa no encuentra vehículos que lo transporten a las células, entonces se une a las proteínas. A este enlace se conoce como glicación.

Esta enfermedad  suele manifestarse en diferentes partes del cuerpo ya sea en la sangre, destruyendo así la autorregulación mediante la cual se estabiliza la presión arterial; en los ojos, produciendo la conocida catarata y en casos extremos, ceguera; también, en los tejidos conectivos, artritis. En los pulmones dificulta la  entrada y salida de aire; en el cerebro provoca la disfunción nerviosa y complica la diabetes.

La glicación hace que la piel pierda elasticidad y que por ende envejezca.  Para combatirla es importante: tener una alimentación rica en proteína, que permita reparar órganos y piel; consumir carbohidratos de forma moderada, pues estos se convierten en azúcares; el cuerpo solo necesita las porciones adecuadas de glucosa para metabolizar y obtener energía.

Es bueno consumir entre 6 y 10 cucharaditas de azúcar diarias como máximo; consumir grasas monoinsaturadas como aceite de oliva virgen o los frutos secos, Omega 3 ó aceite de pescado destilado.