La ceguera, especialmente cuando es bilateral, es un grave problema de salud
pública que afecta la calidad de vida de una persona e impone importantes impactos socioeconómicos y psicológicos en los pacientes y sus familiares.
El número de personas ciegas aumentará a 76 millones en el año 2020 si no se instala una medida preventiva activa. La incidencia de la ceguera varía en las diferentes comunidades, que van del 0.2 al 1.0 por ciento por subregión de la OMS.
La causa más común de ceguera unilateral en grupos pediátricos de edad, especialmente en países en vías de desarrollo, es el trauma ocular. Es simplemente prevenible por la supervisión de los padres y cuidadores de bebés. Las lesiones ocurren con mayor frecuencia en niños y adolescentes mientras practican deportes, siendo el más peligroso el béisbol y el baloncesto.
El enfoque de un paciente pediátrico puede ser diferente de un adulto por varias razones. La historia a menudo no es confiable o no está disponible y el mecanismo de lesión puede ser desconocido.
La epidemiología de las lesiones oculares varía en diferentes partes del mundo y distintos grupos de edad y depende de muchos factores, incluidos el estilo de vida, el estado socioeconómico, el estado del tráfico, las actividades deportivas y creativas y el tipo de registro de datos.
Aproximadamente medio millón de personas en el mundo son ciegas como resultado de lesiones oculares. Alrededor del 30-40% de la ceguera monocular se debe a un traumatismo ocular.
Las lesiones oculares, incluso las de menor importancia, pueden generar importantes cargas económicas para las familias y los países debido al tiempo perdido en el trabajo o la prestación de cuidados escolares y familiares, la costosa hospitalización, la visita de especialistas y el tratamiento, el seguimiento prolongado y la rehabilitación visual. La estimación de los costos directos e indirectos del trauma ocular es difícil porque necesita datos precisos a los que no se puede acceder sin estrategias y planificación definidas.
Las tasas altas de trauma ocular ocurren en varones jóvenes (18 a 25 años), y esto se relaciona con el trabajo, el deporte, las agresiones y el tráfico. Las causas menos comunes de las lesiones oculares son los disparos con pistola de perdigones, que generalmente conducen a una discapacidad visual grave a pesar de las técnicas quirúrgicas modernas.
Alrededor del 38-52% de todos los casos que se presentan en salas de urgencias oftálmicas son traumas oculares y el 0.9-8% de ellos deben ser ingresados debido a traumas graves.
Aunque la mayoría de los casos de lesiones oculares traumáticas se pueden prevenir, las estrategias actuales de prevención para ellos necesitan una implementación más efectiva. Hoy, las medidas preventivas y el uso de gafas protectoras han llegado a los lugares de trabajo, instalaciones deportivas y de ocio; sin embargo, no están disponibles para su uso ni son cómodos durante las actividades relacionadas.