Ojo con la Vista
Hipertensión arterial y sus ojos

<STRONG>Ojo con la Vista<BR></STRONG>Hipertensión arterial y sus ojos

Se denomina retinopatía hipertensiva al conjunto de alteraciones que tienen lugar en la retina en relación con la hipertensión arterial. Estos cambios pueden apreciarse en el examen del fondo de ojo gracias a un instrumento llamado oftalmoscopio, que permite visualizar directamente la retina y sus vasos a través de la pupila. El incremento de la tensión arterial produce alteraciones de los vasos sanguíneos.

En la retina existen multitud de arterias y venas que recorren su superficie, siendo las encargadas de llevar oxígeno y nutrientes a las células de la retina. Cuando la tensión arterial aumenta, los vasos sufren un incremento de presión que va a provocar una serie de alteraciones en ellos y en los tejidos que los rodean. En  primer lugar, sufren un aumento de la permeabilidad que va a provocar la salida de líquido y sustancias del plasma hacia la retina. Por otro lado, algunos vasos sufren una importante contracción, disminuyendo el flujo sanguíneo hacia algunas regiones de la retina que quedan dañadas por falta riego.

En esta situación pueden producirse también hemorragias debidas al daño sufrido por los vasos. La salida de líquido procedente de estos puede dar lugar, finalmente, a un edema de la retina. En los casos en que existe hipertensión grave, puede afectarse también la coroides, capa que rodea a la retina, dando lugar a la llamada coroidopatía hipertensiva. Cuando la enfermedad es muy avanzada acaba afectándo el nervio óptico, por el cual transcurren los impulsos nerviosos hacia el cerebro. Se conoce como papiledema a la acumulación de líquido en el tramo inicial del nervio óptico, conocido como papila óptica. Ambos son signos avanzados de hipertensión y pueden acompañarse de alteraciones significativas de la visión.

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