JUAN UBIERA
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E l «ojo seco» es una enfermedad producida por alteraciones en la secreción lagrimal. Algunas personas no producen suficientes lágrimas para conservar el ojo húmedo y confortable. Sensación de picazón, de arenilla, de quemazón o de rasguño, moco fibroso ocular y exceso de irritación con el humo son los síntomas habituales.
Los ojos secos pueden hacer dificultoso o imposible el uso de los lentes de contacto. Sorprendentemente, el incremento de lagrimeo puede ser un signo de ojo seco. Aunque el ojo esté básicamente seco, un exceso de lágrimas puede ocurrir en respuesta a la irritación enmascarando así la sequedad. Las lágrimas humanas forman una película sobre los ojos que los protegen de la irritación y los mantiene humectados y lubricados.
Las lágrimas también contienen nutrientes que ayudan a que sus ojos se mantengan saludables. El parpadeo permite expandir la película lagrimal sobre la superficie ocular. Las lagrimas cumplen diferentes funciones: Defensa natural del organismo, cubren, protegen y nutren la superficie ocular, protegen el ojo contra el viento, calor, smog y frente a diversos factores ambientales, remueven partículas extrañas del ojo.
Algunas de las causas mas comunes del ojo seco son : Infecciones oculares: conjuntivitis, ulceras de cornea, etc. Factores externos o ambientales: sol, viento, smog, natatorios, uso de computadoras o lentes de contacto. Medicamentos: anticonceptivos, beta bloqueadores, tranquilizantes, antidepresivos diuréticos y conservadores en general encontrados en la mayoría de las gotas oftálmicas.
Los cosméticos y las cremas de limpieza provocan irritación y alteran la lágrima normal. El oftalmólogo es quien diagnostica esta enfermedad y lo realiza por medios de pruebas que miden la cantidad y elasticidad de la película lacrimal.