Ojo con la Vista
Pérdida auditiva en prematuros

<STRONG>Ojo con la Vista<BR></STRONG>Pérdida auditiva en prematuros

La prematuridad es un factor de riesgo de perdida auditiva. Un prematuro que pesó menos de 3.3 libras al nacer o que nació a las 32 semanas de gestación está mas expuesto a tener daños de la audición debido fundamentalmente a infecciones congénitas (TORCH), ventilación mecánica por más de 48 horas, uso de medicamentos ototóxicos, hiperbilirrubinemia y asfixia neonatal.

Los bebes prematuros deben tener una evaluación de su audición en el primer mes. Esta situación es crítica porque la audición es la vía principal para adquirir el lenguaje oral y la infancia es el periodo óptimo de la adquisición del lenguaje, y este aprendizaje comienza al nacer. Los estudios longitudinales indican que niños diagnosticados antes de los 6 meses y que reciben intervención antes de los 12 meses tiene mejores resultados en las habilidades de lenguaje y cognición que los que son diagnosticados más tarde. Muchas deficiencias auditivas en este país no son diagnosticadas hasta que un niño no pronuncia bien a los tres años de edad o falla en escuela a los 5 ó 6 años de edad.

Los padres de niños con pérdidas auditivas profundas muchas veces detectan esto más temprano que cuando la pérdida es moderada. Ellos observan que el bebé de 4 a 7 meses no busca los sonidos o voces. A veces ellos se preocupan porque el bebé no balbucea. Aun en muchos casos la deficiencia auditiva es una discapacidad invisible, los niños parecen responder a los sonidos pero en realidad ellos pueden responder a la luz, los movimientos de objetos o personas, ruidos de alta intensidad o a las vibraciones de estos sonidos, dando una sensación falsa que están escuchando. Los niños prematuros también pueden tener una perdida progresiva o desarrollar una pérdida mas adelante también, así que ellos deben ser reevaluados de los 24 a 30 meses.

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