POR MIRFAK ROWLAND
Por vivir en una isla tropical, pareciera que los 365 días del año estamos en un “eterno verano”, pero lo cierto es que en este 2006 la temporada estival se ha dejado sentir con mayor intensidad, trayendo consigo enfermedades y virus que afectan en mayor proporción a niños y ancianos.

Y pese a que el verano ya casi finaliza, las infecciones producidas en esta estación todavía se mantienen en el ambiente y han afectado a muchos dominicanos, ya sea por causa del candente sol o por las repentinas lluvias que se generan debido a la temporada ciclónica.

Pero los orígenes de estos padecimientos no pueden ser achacados solamente a la estación, pues también dependen de las medidas que tomen los individuos para evitarlas y de qué tan concienciada esté la población sobre la presencia de estos males y sobre su forma de prevención.

Según la doctora Mercedes Jiménez, encargada de vigilancia epidemiológica de la Dirección General de Epidemiología, en verano se produce un aumento en las afecciones en la piel, como la escabiasis, el impétigo ampolloso (comúnmente conocido como “quemaíto”) y los salpullidos. Estos generalmente se generan por la excesiva exposición al sol.

También, la especialista citó entre las más comunes: los procesos gripales, las malarias, el pie de atleta y las indigestiones e intoxicaciones alimentarias, éstas últimas por causa de consumir alimentos crudos o mal conservados en balnearios (playas, piscinas y ríos) y en parques de diversiones a donde la gente acude para refrescarse y combatir el calor.

En cambio, los procesos gripales son atribuidos por la epidemióloga a los cambios de temperatura que se originan al pasar de una temperatura caliente a una fría,  en un país  en donde el sol y la lluvia se alternan “sin pudor” de un momento a otro.

La funcionaria establece que el dengue hemorrágico es también uno de los principales males que ataca en esta época y que su prevención es vital, pues este mosquito trae graves consecuencias a la salud y se puede desplazar hasta 500 metros, afectando no sólo a las personas que habitan en el entorno en que se desarrolla, sino también a quienes conviven en áreas limpias e higiénicas próximas a su hábitat.

Las deshidrataciones son otros de los males que afectan a los dominicanos en este período, las cuales se generan por la descompensación de electrolitos en el organismo.

“En la orina se puede determinar si la cantidad de líquido que la persona ha estado ingiriendo es la que realmente necesita su organismo. Si la orina es oscura con un color parecido al jugo de la manzana, quiere decir que la persona está deshidratada. En cambio, si es clara como el jugo del limón, la persona está adecuadamente hidratada”, indicó.

Jiménez agrega que la diarrea, por su parte, es síntoma y consecuencia de las intoxicaciones e indigestiones. También se presenta con frecuencia y es usual ver a personas con este padecimiento en esta temporada por las razones antes mencionadas.

“Los ancianos y los niños son los más vulnerables a padecer estas enfermedades, debido a que son los más dependientes de otras personas y si no están bajo una supervisión adecuada pueden hacer cosas que atenten contra su salud”, dijo.

Esto, según la galena, se debe a que los niños se exponen más al sol mientras juegan en su escuela, en su hogar o en algún centro de diversiones, además de que pueden ingerir con más facilidad alimentos inadecuados por su falta de madurez y de conocimiento sobre esta problemática.

En tanto que los ancianos poseen un sistema inmunológico más deteriorado, y su debilidad física los hace ser más propensos a contagiarse o a adquirir estas enfermedades.

Mercedes Jiménez exhortó a las personas a tomar conciencia sobre los males que afectan en verano y recomendó a los padres educar a sus hijos para que tomen las debidas precauciones y conozcan las consecuencias de la adquisición de estas enfermedades.

“El verano no es el que produce estas enfermedades, sino las conductas inapropiadas de las personas en esta temporada, por lo que lo más recomendable es cuidarse y tener una actitud favorable, ya que todas estas infecciones tienen cura y con un tratamiento adecuado pueden ser eliminadas”, destacó.

Enfermedades estivales

Diarrea: al igual que el estreñimiento, no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de un trastorno cuya gravedad depende de la causa que lo origine. La diarrea se caracteriza por la evacuación frecuente de heces acuosas, sin formar, lo que provoca una escasa absorción de agua y elementos nutrientes.. Puede ir o no acompañada de dolor, debilidad, náuseas, vómitos, espasmos abdominales (retortijones), fiebre o pérdida de apetito.

La diarrea puede ser aguda o crónica. La primera, de aparición repentina, suele durar uno o dos días, lo mismo con tratamiento que sin él. La segunda puede prolongarse durante bastante tiempo, suele ser resultado de muchos factores y a veces es síntoma de un trastorno más importante.

Dengue hemorrágico: El dengue hemorrágico puede aparecer precedido o no de un dengue clásico. En esta forma de dengue también hay fiebre y malestar general, se pueden presentar hemorragias, éstas pueden ser leves o intensas, externas o internas.

Hay trastornos en la sangre y los líquidos corporales que pueden manifestarse como sangrado por alteraciones en la coagulación, observándose sangrado nasal, sangrado en las encías, vómito con sangre, aparición de moretones o enrojecimiento de la piel. En las mujeres puede ocurrir un incremento en la cantidad o duración del periodo menstrual.

Las alteraciones en los líquidos corporales pueden manifestarse en forma de acumulación de líquidos en diferentes partes del organismo.

Esta presentación del dengue siempre deberá manejarse por un médico y generalmente en área hospitalaria, donde se valora si el manejo es ambulatorio u hospitalario.

Escabiasis: Es un padecimiento parasitario de la piel, sumamente pruriginoso, producido por el ácaro Sarcoptes Scabiei Hominis. Suele afectar la piel, en forma generalizada con predominio en pliegues.

 La incidencia es mundial, sin embargo es mas frecuente en países con niveles socioeconómicos bajos debido al hacinamiento y la falta de higiene. Se puede trasmitir por contacto directo de piel a piel  o por ropas o áreas infectadas por el parásito, de ahí que con frecuencia sea un padecimiento familiar.

Los sitios de predilección son los pliegues interdigitales en manos, caras laterales de dedos, cara anterior de muñeca, pliegues axilares anteriores, región submamaria, areola, pezones, brazos, antebrazos, caras internas de muslos, pene, escroto y región interglútea.

Gripe: La gripe es una enfermedad causada por un virus (virus de la influenza) que se transmite de persona a persona a través de la tos, de los estornudos y de objetos directamente contaminados. Tiene como particularidad ser un virus de fácil mutación; de esta forma el virus circulante en invierno será, probablemente, diferente al del invierno anterior y, por tanto, la inmunidad adquirida previamente puede no ser efectiva.

Los síntomas más frecuentes son, además del quebrantamiento del estado general, escalofríos, fiebre de hasta 40º C, estornudos, tos, dolor de cabeza, molestias musculares, dolor de garganta, entre otros. La fiebre dura generalmente de 3 a 5 días y, si hay complicaciones, la recuperación completa se produce entre una y dos semanas.

Autoridades de salud actúan para combatir las enfermedades veraniegas

Mercedes Jiménez señaló que, gracias a las campañas educativas y de orientación y a las precauciones que las personas han tomado para prevenirlas, en este año no se han reportado muchos casos de enfermedades que hayan aquejado fuertemente a los dominicanos.

Según Mercedes Jiménez, la Dirección General de Epidemiología está haciendo esfuerzos para combatir y prevenir las infecciones y enfermedades que afectan a los dominicanos en la temporada estival.

En cuanto al dengue hemorrágico, esta dependencia de la Secretaría de Salud Pública ha implementado campañas de concienciación para orientar a las personas sobre estos males, además de darle seguimiento a los casos de personas víctimas de la picadura de este mosquito y de otros padecimientos que atentan contra la salud en los meses de junio, julio y agosto, correspondientes a la época de verano.

“Nosotros, como institución, estamos haciendo campañas de concienciación y estamos dando seguimiento a los casos en los que ha habido personas afectadas por el dengue hemorrágico.

 Además, asistimos a diversos hogares dominicanos para orientar a las familias para que eviten el desarrollo de criaderos en tanques, cisternas y tinacos, así como motivamos para que éstos también orienten a sus vecinos y parientes sobre las consecuencias que trae la picadura de este mosquito a la salud y tomen las medidas pertinentes”, añadió.

En lo referente a las demás enfermedades que se originan en verano, la especialista informó que, gracias a las campañas educativas y de orientación y a las precauciones que las personas han ido tomando para prevenirlas, en este año no se han registrado enfermedades que hayan aquejado fuertemente a los dominicanos.

La especialista comparó esta temporada con la de años anteriores en que hubo epidemias tan fuertes como la gripe apodada “Bin Laden”, que fue denominada por algunos ciudadanos de esta manera por sus fuertes síntomas y por los estragos que causó en la salud de muchos criollos. En este período, según la galena, todavía no se han presentado epidemias de este tipo.

La doctora Jiménez indicó, que pese a que en estos momentos no puede dar a conocer cifras exactas de la cantidad de víctimas de las enfermedades estivales, las precauciones que se han tomado han disminuido considerablemente los casos de personas contagiadas por procesos virales y de individuos afectados por el dengue hemorrágico y por problemas intestinales.

Recomendaciones

Las personas con gripe deben ingerir muchos jugos y bebidas que contengan vitamina C.

 Evitar la ingesta de alimentos crudos o mal conservados, para prevenir las indigestiones e intoxicaciones.

 No frecuentar áreas próximas a estanques, lagunas o charcos de agua contaminada.

 Eliminar los criaderos de mosquitos.

 Mantener una higiene adecuada

 Lavarse las manos con frecuencia, y más si se ha tenido contacto con personas contagiadas con el virus de la gripe.

 Evitar el consumo de vegetales y frutas sin lavar.

 Orientar a los niños sobre las formas de prevención de las enfermedades estivales.

 Evitar la exposición excesiva al sol.