ROMA (AFP).- Diversas instituciones europeas fueron blanco en los últimos días de paquetes cargados con explosivos o de apariencia sospechosa, atribuidos a grupúsculos anarquistas italianos que intentarían llevar a cabo de esta forma una operación político-mediática contra «los dueños de Europa».

En total, tres paquetes o cartas bomba fueron enviadas a los dirigentes de tres instituciones europeas: Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), y Juergen Storbeck, director de Europol, organización europea de la policía, cuya sede está en La Haya.

Un cuarto paquete, «bomba» según fuentes italianas y únicamente «sospechoso» según fuentes judiciales holandesas, fue enviado el martes a la sede de Eurojust, organización encargada de armonizar los sistemas penales de la Unión Europea, cuya sede está en La Haya.

Todos los envíos partieron de Bolonia, al norte de Italia, según los resultados de las investigaciones, y ninguno de ellos dejó heridos.

Estos micro-atentados están «destinados a provocar la alerta social y no a matar», según el jefe de la fiscalía de Bolonia, Enrico Di Nicola, en una entrevista publicada el martes por el diario Corriere della Sera. También consideró que estas operaciones son provocadas por «grupos anarquistas que no actúan dentro de una estructura centralizada».

«Creo que nos encontramos frente a una operación de carácter político que se dirige no tanto a provocar daños importantes sino a crear un sentimiento de alarma y a atacar a aquellos que son considerados los ‘maestros de Europa'», explicó el fiscal general de Bolonia.

El responsable no descartó que se produzcan otros actos similares en los días y semanas venideros.

Al menos dos de los envíos son de naturaleza semejante. El paquete bomba abierto el sábado por Prodi contenía, además de la novela de Gabriele d’Annunzio (1863-1938) titulada «El placer», una sustancia inflamable. La carta-bomba dirigida a Trichet contenía también una sustancia combustible con un mecanismo para que comenzara a arder.

Trichet no abrió él mismo la carta, que fue interceptada por la policía. Los paquetes dirigidos a Eurojust y Europol fueron igualmente interceptados por los servicios de seguridad.

En Bruselas, un consejero del ministerio belga de Interior, Fernand Koekelberg, indicó a la AFP que las instituciones europeas deben estar «particularmente atentas a todos los correos que vengan» de Bolonia.

Los servicios postales también están en estado de alerta frente a cualquier paquete o carta sospechosos procedentes de esta ciudad.

Además, la seguridad de Romano Prodi será reforzada, al igual que la de las instituciones europeas en Bruselas, donde tienen su sede la Comisión y el Consejo de ministros de la UE así como diversas secciones del Parlamento europeo.

La semana pasada, dos artefactos artesanales fabricados con bombonas de gas y ollas a presión estallaron ante el domicilio de Prodi en Bolonia. El incidente fue reivindicado por un grupo anarquista desconocido, la FAI (Federación Anarquista Informal), que advirtió al presidente de la Comisión de que otras acciones serán llevadas a cabo contra su persona.