AMSTERDAM (AFP).- Los europeos seguían tiritando este viernes por temperaturas inusitadamente bajas para ser comienzo de marzo, con consecuencias humanas a veces dramáticas y tensiones en la distribución de la energía, mientras los viajeros debían armarse de paciencia.

   En Holanda, donde se registró un récord histórico para un mes de marzo con -20,7º, en el noroeste del país, durante la noche del jueves, la nieve comenzó a caer de nuevo la noche del viernes.

   Los canales hechos hielo y recubiertos de nieve hicieron las delicias de los turistas, y los locales usaron esquíes de fondo en los parques de la capital. Pero el tráfico aéreo en Schiphol, uno de los principales aeropuertos europeos, estuvo muy perturbado, y se sucedieron accidentes viales que causaron dos muertos y decenas de heridos.

   En Bélgica, la capa de nieve en el sur del país alcanzó en algunos lugares más de 50 cm dejando esperar un fin de semana de afluencia a las pistas de esquí.

   En Francia, el norte del país estaba todavía bajo la nieve, mientras que en París, la emblemática Torre Eiffel, tuvo que ser cerrada al público varias horas debido al hielo acumulado.

   En cambio, el parisino aeropuerto de Roissy-Charles De Gaulle pudo reanudar su actividad normal.

   El sur de Europa sufría un poco más los rigores de este invierno tardío, ya que está poco habituado a temperaturas tan bajas.

   Así, Lisboa tuvo que habilitar un segundo centro para alojar a los que carecen de un techo para cobijarse. En la ciudad de Evoria (sur) dos ancianos murieron de frío.

   Italia anunciaba por su lado que sus reservas de gas estaban llegando a un nivel «crítico», según el Ministerio de Industria, y los daños en la agricultura fueron estimados en 650 millones de euros (unos 770 millones de dólares).

   En Alemania y Europa Central, una zona más habituada al frío, este año quedará en la memoria por los bajos registros termométricos y sus trágicas consecuencias.

   Una persona murió congelada en el noreste de Bosnia donde la columna de mercurio descendió hasta -20°. Era la séptima víctima fatal del frío desde mediados de febrero.

   En el norte de Alemania la temperatura llegó hasta los -19,2° y en el este del país, cerca de Leipzig, la policía encontró en un campo los cuerpos congelados de una mujer y, bajo ella, los de sus tres hijas, de cuatro, ocho y diez años.