BOSTON (EEUU) (EFE).- Una ola de frío polar azota el noreste de EEUU y parte de Canadá donde las temperaturas, unidas al factor viento, apenas han superado los 25 grados centígrados bajo cero.

Las ráfagas de viento llegan a ser «extremadamente peligrosas» y las autoridades alertaron del riesgo de congelación si se expone la piel humana a este frío durante más de diez minutos.

El gobernador del estado de Maine, John Baldacci, declaró el estado de emergencia alegando condiciones meteorológicas que amenazan seriamente la salud pública.

Esta ola de frío ártico, la más grave de los últimos diez años, ha causado también la cancelación de más de 100 vuelos en la ciudad de Nueva York, donde cayeron 12 centímetros de nieve, y al cierre de colegios en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.

En Michigan, se llegaron a acumular 25 centímetros de nieve.

Y la situación está lejos de mejorar, ya que los meteorólogos advierten de temperaturas de hasta 34 bajo cero en puntos del estado de Nueva York, lo que supondría el mínimo histórico desde 1957.

Boston (Massachusetts) fue una de las ciudades más castigadas por la ola de frío, con temperaturas mínimas de 17 grados bajo, que se convirtieron en una sensación térmica de -27 cuando sopló el viento.

Los lugares de la ciudad para gente sin hogar llevan una semana sin camas suficientes para albergar al gran número de vagabundos que buscan un sitio para dormir estos gélidos días.

Según la directora del albergue Boston Family, familias enteras durmieron en los pasillos del edificio.

La Alianza de Alojamiento de Massachussets informó de que aproximadamente hay 4.000 personas viviendo en albergues en todo el estado para poder hacer frente a las heladas.

Michael Yu, un médico que vive en Boston desde hace dos años, afirmó a EFE que aún no se había acostumbrado a ese tiempo tan gélido.

«En el fondo, el año pasado hizo el mismo frío; lo que pasa es que nunca estás lo suficientemente preparado cuando llega», manifestó.

En las cadenas de tiendas de productos para el hogar y bricolaje se agotaron hace una semana las estufas para combatir un frío que ha reventado tuberías de agua y ha llegado a congelar el mecanismo de cierre de uno de los principales puentes de la ciudad, lo que provocó serias retenciones de tráfico.

Pero no todo el mundo se queja del tiempo en Boston.

Morning Paws, un servicio de paseo de perros, recibe estos días cientos de llamadas de gente que no está dispuesta a pasear a sus mascotas por las calles de la ciudad.

Alina Doberman, una estudiante que trabaja para la compañía, dice que ya no pasea uno o dos perros por hora, sino cuatro o cinco.

«Si tienes que estar aquí fuera como yo, te lo tomas con filosofía. Bien abrigada y con un poco de determinación, lo consigo», explica.

En Boston y en el resto de la zona sureste de Massachusetts, así como en los estados de Nuevo Hampshire, Rhode Island y Maine, se espera además una intensa nevada en las próximas horas.

Las compañías eléctricas de Nueva Inglaterra recomendaron a la población bajar los termostatos de sus hogares para poder hacer frente a la inusual demanda energética de estos días.

Según la corporación ISO Nueva Inglaterra, es posible que se produzca un récord en la demanda que llegaría a los 22.525 megavatios de potencia.

El alivio en las temperaturas no se producirá hasta el sábado, cuando el mercurio podría volver hasta siete bajo cero.

Una subida, sin embargo, que para Yu no representa un gran cambio: «llega un momento en que los números ya no importan. Lo único que vamos a sentir todo el invierno es frío.»