Oliverio Espaillat es una historia que hoy contamos como un reconocimiento a este productor vanguardista en el cultivo de arroz.
El prólogo de esta historia está motivado por una tradición agrícola heredada de sus abuelos, padres y reforzada por su hermano José. Con el honor Cum Laude Oliverio salió de la PUCMM con el título de ingeniero agrónomo directo a la finca de su hermano donde la experiencia que acumuló en cinco años de trabajo les sirvieron de “maestría”.
Los conocimientos, vocación, seguridad, su amor por la tierra y su interés en mejorar la producción del cereal buscando más calidad y productividad a menor costo, le llevaron a arrendar una finca de 800 tareas, y con dos cosechadoras de medio uso, inició una historia, implementando modelos de investigación y de alta tecnología que le permiten obtener arroz de alta calidad.
Oliverio fue de los pioneros y ha sido promotor en la investigación de la recolección de arroz a granel.
En los inicios de los 90, buscando ampliar su conocimientos, viajó a Costa Rica y de allí regresó al país para adquirir una máquina de recolección a granel; una década después los molineros y productores nacionales se adaptaron a ese proceso de recolección de una manera eficiente y avanzada.
Sus sueños volaban altos y juntos con ellos puso a volar el sistema de fumigación al llegar a comprar cuatro aeronaves, con las que instaló su propia empresa a través de la cual ofrecía sus servicios de fumigación a productores de La Vega y Cotuí.
Hasta 2003, la historia del éxito en el cultivo de arroz de Oliverio pintaba color de rosa, hasta que una tarde oscura una crecida del río Yuna inundó sus predios y ese año perdió dos importantes cosechas; se elevó y tomó esa adversidad como una lección que le dejó un gran aprendizaje, siguió avanzando en el cultivo e incorporó el sistema de siembra directa mecanizada, contribuyendo con el ahorro de agua, agroquímicos y mejoría de la tecnificación de las labores para elevar la calidad del cereal y bajar los costos.
En tierra puertorriqueña sembró sus conocimientos, atendiendo la invitación de las autoridades de esa isla. Es aquí, en su país, que su vasta experiencia lo lleva a seguir adquiriendo más equipos, para poder administrar más de 10,500 tareas de arroz, algo impensable e imposible si no fuese por la mecanización, tecnología y sus conocimientos.
Donde quiera se se abra un aula para enseñar sobre avance en tecnología del cultivo, el nombre de Oliverio está ahí. Ha participado en diplomados, seminarios, cursos y talleres en Japón, Estados Unidos, Alemania, Brasil, Argentina, Ecuador y México, entre otros países.
Hoy dedicamos este trabajo a un hombre que durante 32 años se ha dedicado al cultivo de arroz, escribiendo con pasión una de las mejores historias del alimento que adorna las mesas de los hogares Dominicanos.
Cooperativista y presidente de varias asociaciones e instituciones del sector del sector, ha recibido decenas de reconocimientos, por el excelente arroz que se produce en el país, que su mayoría lleva en su ADN el nombre de Oliverio Espaillat, reconocido recientemente con el máximo galardón como empresario del año, por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).
Espaillat se ha dedicado durante 32 años al cultivo de arroz
Fue pionero en la investigación de la recolección de arroz a granel
Se inició con 800 tareas arrendadas y hoy posee 10,500 sembradas de arroz