Olmert y Abas acuerdan acelerar diálogo de paz

Olmert y Abas acuerdan acelerar diálogo de paz

JERUSALEN (AFP) – El primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abas, acordaron ayer acelerar sus negociaciones de paz, en la víspera de la llegada a la región del presidente estadounidense George W. Bush.

 Ambos dirigentes se reunieron durante cerca de dos horas en Jerusalén y encargaron a sus jefes negociadores abordar los temas centrales, en particular el futuro de Jerusalén, la colonización, los refugiados, las fronteras y la seguridad común.

 Las discusiones serán protagonizadas por el ex primer ministro palestino Ahmad Qorei y la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.  «Se decidió que Qorei y Livni inicien negociaciones intensas para debatir directamente las cuestiones de fondo sobre el estatuto final» de los territorios ocupados, declaró a la prensa el negociador palestino Saeb Erakat. Según un responsable israelí, cualquier problema durante estas negociaciones será presentado a Olmert y Abas, que decidieron seguir viéndose dos veces al mes.

 Los proyectos de construcción israelíes en la región de Jerusalén obstaculizan las negociaciones de paz reanudadas con bombo y platillo el 27 de noviembre durante la conferencia de Annapolis, organizada por Bush para favorecer la creación de un Estado palestino. 

Los palestinos exigen el cese puro y simple de la colonización, aunque Israel hizo saber que pretende continuar la construcción en las colonias que quiere mantener bajo su soberanía en el marco de un acuerdo de paz.  Según Erakat, Abas pidió al primer ministro israelí que «ponga fin a la colonización y a las operaciones militares» en la Franja de Gaza y Cisjordania. Una fortaleza para Bush

 JERUSALÉN (AFP) – Residencia privilegiada de mandatarios extranjeros y otros famosos, en primera fila del conflicto en Oriente Medio, el hotel Rey David de Jerusalén se transformó en fortaleza para acoger al presidente   Bush. 

El hotel recibirá a Bush en su suite real -2.600 dólares por noche- que goza de una vista incomparable de la ciudad vieja de Jerusalén, donde se encuentran el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo, y la mezquita Al Aqsa, tercer lugar santo del islam después de La Meca y Medina.  Antiguo cuartel general de las autoridades británicas durante su mandato en Palestina (1920-1948), el hotel será protegido y vigilado por cientos de policías israelíes y por el «servicio secreto» encargado de la protección del jefe de la Casa Blanca.

El último cliente del hotel dejó dejar su habitación anoche  y nadie será autorizado a entrar durante la visita de Bush, la primera a Israel de un presidente estadounidense en ejercicio desde hace diez años.  Los servicios de seguridad norteamericanos «construyeron tiendas especiales en torno al hotel. Si pasan delante no podrán siquiera ver la entrada», afirmó a la AFP Benny Olearchik, director adjunto del hotel.

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