La Universidad Dominicana O&M (Organización y Método) graduó ayer en múltiples carreras a 1,464 profesionales, a nivel de grado y postgrado.
La ocasión fue aprovechada por el vicerrector de Evaluación y Extensión, Miguel Ángel Prestol, para exhortar a los graduandos a continuar sus estudios, contribuir al desarrollo y alcanzar nuevas metas.
Al pronunciar el discurso central, el académico apreció el valor humano y social de los egresados.
“Un mil 464 investidos en una sola promoción constituye, sin duda, una cifra apreciable que habla con elocuencia de la iniciativa, la constancia, la dedicación y el esfuerzo de vastos núcleos de nuestra sociedad, en superarse”, declaró.
Prestol también reflexionó sobre los retos del presente y los desafíos del mañana. En efecto, observó la dualidad países desarrollados-países atrasados. Entre los primeros realzó a Israel, Japón, Alemania y Taiwán, y entre los últimos, al vecino Haití.
Sus reflexiones fueron aún más lejos: incluyeron severas críticas a la “abstrusa sociedad posmoderna, que nos impone a todos cada vez mayores retos y complejidades”.
Ante esa realidad, recomienda un “espíritu creativo”, que derrote los obstáculos y construya un mejor porvenir. Pero, sobre todo, recomienda un refugio mayor: “el favor de la Providencia” y el “temor de Dios”.
Prestol vislumbra las incertidumbres y confusiones que acechan al mundo actual, y les opone “la conciencia profesional, los deberes ciudadanos, ojo clínico y paradigmas dignos de ser imitados”.
“Rasgo esencial del proceder de ustedes como profesionales, debe ser un permanente apego a la ética en las gestiones que les corresponda cumplir, ya en el sector público o en el ámbito de la empresa privada, y aún en el desempeño independiente, producto de la iniciativa emprendedora”, preconizó.
A esto agregó: “Nada más prometedor que cuando en un profesional integérrimo se conjugan las luces de la formación educativa y una visible vocación al trabajo creativo, una suma de conocimientos y de principios en valores, a la par de una sostenida capacidad de trabajo, se erigen en los elementos claves para concebir una idea real, práctica y no utópica, de catapultar el avance de los pueblos”.
Graduandos. La investidura fue la octogésima sexta ordinaria, desde la fundación de la academia, el 12 de enero de 1966.
Realizado en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, el acto congregó a graduandos, docentes, familiares e invitados especiales.
Entre los investidos, se cuentan 248 en Contabilidad, 152 en Ingeniería de Sistemas y Computación, 151 en Mercadotecnia, 118 en Ingeniería Industrial, y 104 en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras.
Mientras tanto, 25 alcanzaron niveles de posgrado y 43 honores académicos.
Perspectivas. Varios investidos manifestaron su deseo de lograr mayores oportunidades, para aplicar los conocimientos obtenidos y crecer profesionalmente.
Érika Henríquez Figueroa, de Hotelería y Turismo, y Anamercy Alcántara Contreras, de Contabilidad. Ambas anhelan experiencias profesionales.