El emblemático sector de Gascue, en el Distrito Nacional, necesita ser transformado, pero de una manera inteligente, bajo un plan que establezca los lineamientos, de lo contrario “la burbuja Gascue” va a explotar y perderá por completo su valor histórico, cultural, ambiental y turístico.
El planteamiento es del arquitecto Omar Rancier, estudioso de ese lugar y decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Señala Rancier que de unas 600 mansiones jardín que existían antes de la Revolución de Abril de 1965, apenas quedan alrededor de 200, debido a que sus dueños las han abandonado o muertos y las nuevas construcciones son de apartamentos, oficinas y otros establecimientos.
“Gascue se está convirtiendo cada día en un ambiente agresivo, y esa burbuja paradójica va hacer que estalle y comience entonces a perder el valor, genere entonces, un proceso mayor de deterioro”, advierte.
Advierte que ya existen apartamentos que tardan en ser adquiridos, debido a los precios, por lo que los constructores muestran preocupación y empiezan a levantar infraestructuras más pequeñas para parejas solteras y estudiantes.
Considera que uno de los grandes problemas del país es que no se cumplen las normas, ni hay régimen de consecuencias para quienes las violan.
Lamenta que a pesar de que Gascue cuenta con una normativa propia, emitida por el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) ésta es violada, sin que haya consecuencias.
“Estamos viendo que las torres más altas, de 15 y 16 niveles, están fuera de las avenidas donde se permiten pisos elevados, son de las cosas que hay que revisar”, expone.
Gascue es producto de una propiedad de Francisco Gascue, un contador Real de la colonia de Santo Domingo, de principio del siglo XX, quien luego fue juzgado por corrupción, de manera específica, por falsificación de papeletas.
Concepto caribeño. Las calles del nuevo ensanche fueron desde el principio con aceras amplias, por lo que sospecha que fueron el modelo que se toma cuando se promulga la Ley 675-44 de Urbanización, Ornato Público y Construcción, que establece en su Artículo 4, que el ancho mínimo de la calle debe ser de 14 metros, con aceras de casi 3 metros. Precisa que la tipología de Gascue como ensanche respondió a un momento histórico de expansión urbana que se dio en las islas del Caribe.

Puerto Rico con Santurce y Miramar en San Juan, reconocido como el modelo asumido por Don Pedro A. Lluberes en Gascue, y Cuba, con el Vedado en La Habana.
Sostiene que la verdadera transformación de Gascue se da entre 1961 y 1965, tras el ajusticiamiento de Trujillo, que provoca que una apreciable cantidad de familiares y relacionados del dictador, residentes en Gascue, abandonen el país y dejen detrás sus viviendas que son ocupadas por familias indigentes o por otras instituciones del Estado.

Actualmente más de 50 oficinas del Estado se han instalado en Gascue, a lo que se suman las clínicas y hospitales, sucursales de bancos comerciales, por lo que se multiplica la demanda de servicios y su impacto en un sector residencial.
Así mismo, el cambio de uso se extiende a los populares “colmadones”, hoteles de dudosa reputación y salones de masajes.
Menos poblado
La población residente en Gascue que en 2002 tenía 14,269 habitantes y en el 2010 se contabilizaban 12,562, por lo que en Gascue se ha dado un cambio de funciones en que ha pasado a ser una zona de ubicación de servicios terciarios. Omar Rancier ubica al sector entre las avenidas 27 de Febrero, al Norte; la Máximo Gómez, al Oeste; La 30 de Marzo al Este y la George Washington al Sur, pero a principio del siglo pasado lo integraban el ensanche Lugo, la Primavera, ensanche Angelita, La Generala. El caos en el tránsito es uno de los mayores problemas en el lugar.