OMC estudiará los acuerdos que cierren sus miembros

<p>OMC estudiará los acuerdos que cierren sus miembros</p>

Ginebra (EFE).- La Organización Mundial del Comercio (OMC) estudiará los acuerdos comerciales regionales que adopte cualquiera de sus miembros, en vista de las preocupaciones y dudas que suscitan entre el resto de los integrantes del sistema multilateral de comercio.

Así lo anunció hoy el director general de la OMC, Pascal Lamy, después de que el Consejo General de la organización, reunido en Ginebra durante dos días, adoptara esa decisión.

“Se ha acordado llevar a cabo un mayor escrutinio de los acuerdos comerciales regionales, ya que desde hace mucho tiempo surgen problemas entre ellos y el sistema multilateral”, la piedra angular del funcionamiento de la OMC, explicó Lamy en una conferencia de prensa.

Según lo acordado, los acuerdos regionales deberán ser notificados “desde su inicio” a la OMC e, inmediatamente después de la ratificación, los países participantes facilitarán a la Secretaría su texto completo, incluyendo calendarios de aplicación.  Esos textos se pondrán en la web de la organización, al tiempo que la Secretaría preparará para todos los miembros un informe sobre cada uno de esos acuerdos.

Los pactos -que en los últimos años han proliferado- se debatirán, además, en el Consejo de Acuerdos Regionales, según detalló Lamy, con lo que el resto de los miembros de la OMC podrá pronunciarse al respecto.

En su opinión, es un acuerdo “muy importante”, dado que “en los últimos años han surgido muchas dudas sobre cómo los tratados regionales pueden afectar a la OMC y al comercio mundial”.

Con un objetivo similar, los 149 miembros de la OMC, reunidos en el Consejo General, han aprobado también que la Comisión de Comercio y Desarrollo de la organización estudie cada preferencia unilateral que se apruebe.

Las preferencias unilaterales constituyen una excepción en las reglas de la OMC, que permite que un país se salte la norma general de que cada miembro debe ofrecer a todos los demás el mismo trato comercial.

   Respecto a la negociación de la Ronda de Desarrollo de Doha, suspendida desde el pasado julio por la falta de acuerdo sobre el alcance de la liberalización comercial, el francés aventuró que en 2007 los países miembros podrían alcanzar finalmente un texto común, después de seis años de negociaciones.

   “Mi impresión general es que existe un deseo unánime de volver a negociar. Hay señales claras. Sin embargo, el reto sigue siendo que esa voluntad política se plasme en cifras concretas”, reiteró por enésima vez el responsable de la organización.

   La Ronda de Desarrollo de Doha busca en última instancia liberalizar al máximo el comercio mundial de forma que -en palabras de Lamy- “se reequilibre un sistema que ahora está inclinado en detrimento de los países en desarrollo”, que, por ese motivo, “han invertido mucho en esta ronda”.

   Por ello, advirtió de que el fracaso crearía “importantes turbulencias políticas totalmente legítimas”, así como la pérdida de los avances en los que las partes ya están de acuerdo y que, de momento, ya superan con creces los alcanzado en el ciclo de negociaciones anterior (Ronda de Uruguay).

   Además, Lamy reconoció que, aunque la OMC es una institución “sólida”, el fracaso de la ronda sería “un elemento erosivo que daría lugar a muchos interrogantes”, pues demostraría que sus miembros no son capaces de adecuar las normas a una realidad comercial “dinámica y cambiante”.

   “La olla ha empezado a calentarse otra vez, pero el punto de ebullición aún no ha llegado”, apuntó gráficamente el responsable de la OMC para explicar el estado de las negociaciones.

   En su opinión, ese “punto de ebullición” tampoco se alcanzará en la reunión de ministros de Comercio de las principales partes negociadoras, prevista para el próximo enero en la localidad suiza de Davos, al margen del Foro Económico Mundial.

   “Servirá para hacer balance e intercambios, pero no creo que nadie llegue creyendo que allí se van a negociar cifras”, dejó claro el francés.

   Preguntado sobre la posibilidad de que planee presentarse a las próximas elecciones presidenciales de su país, previstas para mayo de 2007, Lamy se limitó a apuntar que “quienes difunden esos rumores desde luego no son mis amigos”.

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