Ginebra— El número de casos de coronavirus reportados en el mundo ha caído por segunda semana consecutiva, lo mismo que las muertes confirmadas de COVID-19, según un informe de la Organización Mundial de la Salud difundido el miércoles.
En su informe más reciente sobre la pandemia, la OMS dijo que se reportaron 9 millones de casos. Son 16% menos que la semana anterior, y 26.000 muertes. La agencia de salud de la ONU indicó que los casos de coronavirus disminuyeron en todas las regiones del mundo. Sin embargo, advirtió que las cifras vienen con una carga considerable de incertidumbre porque muchos países han desistido de las pruebas generalizadas. Esto significa que probablemente hay muchos casos no detectados.
La OMS dijo que está rastreando una variante ómicron que es una recombinación de dos versiones: BA.1 y BA.2. La cual fueron detectada por primera vez en Gran Bretaña en enero. Los cálculos iniciales indican que la ómicron recombinada es un 10% más contagiosa que las mutaciones previas, pero que se requieren mayores pruebas.
Lea también: OMS: Casos de COVID en el mundo llevan tres semanas bajando
Otros casos en el mundo
La agencia sigue advirtiendo a los países que no se apresuren a abandonar sus protocolos y pronosticó que futuras variantes podrían trasmitirse fácilmente si se abandonan los sistemas de vigilancia y pruebas.
La semana pasada, el Reino Unido dijo que el COVID-19 había alcanzado niveles récord en todo el país. También, que de acuerdo con las estadísticas del gobierno, una de cada 13 personas estaban infectadas. Las cifras salieron a la luz el mismo día que el gobierno británico abandonó su programa de pruebas gratuitas.
Por su parte, las autoridades chinas realizaron más pruebas masivas esta semana en Shanghái, donde rige una cuarentena tras un nuevo aumento de los contagios: la ciudad ha registrado más de 90.000 casos durante la pandemia, pero ninguna muerte.
A pesar del malestar creciente de la población y los temores por las consecuencias económicas, China dice que se atiene a su enfoque de “tolerancia cero”, con cuarentenas, pruebas masivas y aislamiento obligatorio de todos los casos sospechosos y sus contactos cercanos.
Tras una muestra de indignación generalizada, las autoridades de Shanghái dijeron el miércoles que algunos padres podrán permanecer con sus hijos infectados. Es una excepción a la política de aislar a todas las personas que dan positivo.