OMS: miles de personas podrían morir de hambre

OMS: miles de personas podrían morir de hambre

GINEBRA (EFE).- Miles de personas desplazadas por el conflicto en Darfur (oeste de Sudán) corren el riesgo de morir de enfermedades derivadas principalmente de problemas de agua y de graves condiciones de insalubridad si no se toman medidas urgentes, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre 200.000 y 300.000 de los desplazados de Darfur pueden morir en los próximos meses si no se les proporciona ayuda, ya que muchas de ellas sobreviven en condiciones de absoluta precariedad, albergadas en campamentos donde escasea la comida y el agua, no hay condiciones de higiene básicas y no tienen acceso a la mínima asistencia médica, según el responsable de operaciones de emergencia de la OMS, el doctor David Nabarro.

A su regreso de una visita de reconocimiento a Darfur, Nabarro indicó en una conferencia de prensa en Ginebra que la crisis humanitaria en Darfur, una región con una extensión similar a Francia, requiere «un operación de mayor dimensión que en los Balcanes, Afganistán o Irak».

«En Darfur hay aproximadamente un millón de personas desplazadas y, si las cosas no cambian, unas 10.000 morirán el mes próximo», dijo el doctor Nabarro.

«Si en cambio logramos llevar a cabo una operación de asistencia humanitaria podríamos rebajar la cifra a 3.000 muertos» y precisó que ello requiere «efectuar preparativos para hacer frente a los problemas de diarrea, cólera, disentería, malaria y otras enfermedades infecciosas».

Nabarro subrayó la necesidad de que la operación humanitaria preste especial atención a las embarazadas y a las «miles» de mujeres que han sido víctimas de violaciones y abusos sexuales.

Agregó que el testimonio de varias víctimas de esa violencia sexual pone de manifiesto que en múltiples casos fueron «agrupadas y luego violadas colectivamente de una manera organizada», y señaló que «no sabemos la amplitud» pero «no se trata de un fenómeno aislado».

El responsable de operaciones de emergencia de la OMS advirtió de que el mayor riesgo que afronta la población desplazada durante este mes de julio es enfermar de diarrea y cólera, especialmente en las próximas dos o tres semanas, y posteriormente de disentería en las dos o tres semanas siguientes, mientras que en agosto habrá un elevado riesgo de contraer la malaria.

Nabarro destacó que una operación humanitaria en Darfur requerirá sobre todo una buena logística de telecomunicaciones y el apoyo de al menos una veintena de helicópteros, además de una amplia flota de camiones, ya que muchas de las pistas y carreteras podrían resultar impracticables en las próximas semanas, coincidiendo con el periodo de lluvias.

También serán necesarios medio millar de expertos de diferentes organismos humanitarios de las Naciones Unidas y una cantidad similar o el doble de personal de organizaciones no gubernamentales, según Nabarro.

Añadió que la operación humanitaria debería estar en manos de civiles y opinó a título personal que «teniendo en cuenta el clima de miedo y sospecha que caracteriza a la gente desplazada en Darfur, no sería apropiado contar con el respaldo militar» del Ejército sudanés, al que muchas víctimas acusan de complicidad con las milicias árabes en sus ataques contra la población negra.

El funcionario de la OMS señaló que la prioridad de esa organización es acondicionar los hospitales que se encuentran en condiciones lamentables, contribuir a mejorar la salud publica y «evitar que haya un brote de cólera como el registrado en Ruanda hace diez años», tras el genocidio y el éxodo de la población.

Respecto a la situación de los centros de asistencia médica, Nabarro confesó que «si estuviera enfermo en Darfur, no me gustaría acudir a uno de los hospitales de la región» e indicó que «primero tendría que pagar un montón de dinero para que me visitaran» y luego podría resultar atendido en condiciones que «jamás he visto en otras partes».

Agregó que la OMS espera equipar los hospitales con agua corriente, electricidad, condiciones de salubridad e higiene mínimas, acondicionar salas de operaciones para que funcionen, instalar camas y dispositivos de protección contra insectos, y equipar farmacias con un mínimo de medicinas básicas, además de contribuir a pagar a los médicos.

Precisó que de manera general la salud pública en Sudán está muy descuidada, pero en Darfur se ha agravado más con el conflicto, de manera que «se trata del deterioro de una situación de por sí ya deteriorada».

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