La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo hoy que 115 instalaciones sanitarias, miembros del personal médico y ambulancias han sufrido ataques en los once días transcurridos desde el inicio de la guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás, tras conocerse el más grave de todos y que se ha dirigido contra un hospital.
“El ataque contra el hospital Al Ahli, en la ciudad de Gaza, no tiene precedentes por su magnitud, pero va en la línea de los ataques contra los establecimientos de salud en los territorios palestinos ocupados”, dijo el representante de la organización para Palestina, Richard Peeperkorn.
Recordó que de los más de 3.000 muertos que se han registrado hasta ahora en Gaza, la mitad son mujeres y niños, a los que se sumarán los que han sido asesinados en el ataque de hoy contra el hospital Al Ahli, donde se han reportado cientos de bajas.
Además, Peeperkorn dijo que los heridos en Gaza son más de 11.000 y que la nueva tragedia aumentará considerablemente este balance.
El representante de la OMS imploró que se permita la entrada a este territorio palestino de alimentos, agua, medicamentos y combustible para que los hospitales sigan funcionando y que sean protegidos, como lo dispone el derecho internacional humanitario.
“Si un hospital no es seguro, entonces qué es seguro”, se preguntó, tras recordar que miles de desplazados han buscado refugio en estos recintos y en sus alrededores por considerarlos lugares que no serán blanco de ataques.
“Todos los hospitales están llenos de gente”, indicó. De los 35 hospitales en Gaza, sólo cuatro no están funcionando por los graves daños que han sufrido, pero todos están agotando lo último que les queda de material esencial, incluidos equipos para atender heridos de guerra, amputaciones, entre otros casos.
A la mayoría de hospitales sólo les queda de uno a dos días de combustible con los que funcionan los generadores eléctricos, tras la interrupción total del suministro convencional.