Onaplán tendrá en breve nueva geografía de las «carencias»

Onaplán tendrá en breve nueva geografía de las «carencias»

POR CLAUDIO CABRERA
A partir de un presupuesto «de austeridad y responsabilidad compartida», como el que fuera elaborado por la Oficina Nacional de Planificación (Onaplán) para el año que transcurre, esta dependencia gubernamental está ahora empeñada en convertirse en la principal palanca para programar el desarrollo económico y social del país, desde el próximo año 2006 para lo cual ya se trabaja a fondo.

Tomando en consideración que «una de las competencias más importantes de Onaplán es programar la inversión pública», tal como lo advierte su director, el doctor Félix, la entidad dirige en estos momentos su atención a tener listo para los próximos días, el nuevo «Mapa de Carencias».

Este pliego ideográfico regional contiene las más urgentes necesidades de inversión focalizada, para priorizar las acciones gubernamentales en atención a mayores proyectos de crecimiento social en poblados del interior y de la capital.

Para eso está en la fase conclusiva la programación de la inversión pública que entrelazada a los planes sectoriales que darán como resultado el nuevo presupuesto de inversión para el año 2006, que tratará de recoger las aspiraciones sociales en cada región del país, en función de una selección previa de necesidades urgentes e inmediata priorización de las obras.

«No se trata -explica el director de Onaplán-, de acoger todas las peticiones para en lo inmediato dotarlas para el programa de inversiones del gobierno, sino que sirven de base para ubicar las más urgentes y en lo inmediato discutirlas a nivel sectorial y proceder en consideración a su mayor interés social».

Félix explica que en consonancia con este propósito es que desde hace meses, el presidente Leonel Fernández recorre gran parte del país, con el fin de escuchar de boca de los voceros de las comunidades y de sus representantes, las necesidades prioritarias que luego se discuten con las autoridades sectoriales para concretarlas en proyectos realizables.

Anota que por eso los recorridos del presidente Fernández tienen una significación muy distinta a los que hacían los mandatarios anteriormente, en vista de que los proyectos ahora solicitados y que se sean escogidos como prioridad, serán insertados de inmediato en el presupuesto de inversión y de ahí irán al Presupuesto y Ley de Gastos para el próximo 2006.

NO A PROGRAMA «PASIVO»

El documento que dentro de poco tendrá el país para su conocimiento constituirá una verdadera pieza de planificación, pues con ello se expresará la voluntad política de fortalecer la cohesión en la sociedad dominicana, producto de la dispersión que ha producido en su seno la crisis que estalló en la pasada administración.

En tal sentido, el documento constituye un modelo de rescate social, aún con las limitaciones que las autoridades encontrarán en su camino por enderezar la economía y las carencias de bienes y servicios sociales que padecen tantos dominicanos.

Se ponen de relieve como principales sectores sobre los que recaerán las políticas prioritarias gubernamentales la salud y la educación, así como una política de protección a grupos y sectores de escasos recursos y de mayor exposición y vulnerabilidad a la pobreza y sus efectos socioeconómicos en determinados sectores de la población.

Este fue el caso de la generalización en que se cayó en muchos países en vías de desarrollo, con la aplicación de los programas de lucha contra la «pobreza».

Pasados varios años de haberse emprendido esos esfuerzos, los países han sufrido severas regresiones sociales, lo cual se mide por los indicadores de acceso a servicios tales como salud, educación y a los «programas protegidos» que debe administrar y suministrarlos a los pobres, el propio Estado.

El economista Félix sostiene que el gobierno ha puesto mucho cuidado en especializar las inversiones para aplicarlas a la infraestructura cuando sea necesaria, sin descuidar la inversión social.

«Por eso estamos haciendo tantos esfuerzos para que el crecimiento social resplandezca en este nuevo programa de inversión que será concretado en la próxima Ley de Gastos Públicos del 2006, puesto que sólo eso nos permitirá construir más y mejor democracia con equidad», sostiene.

De aquí que un gran porcentaje de la inversión pública va a ser concentrada en inversión social, una vez deducidas las obligaciones de pago de la deuda que son cuantiosas y lo que son los gastos de capital, en obras ineludibles para el progreso económico del país.

De manera que con este nuevo «Mapa de Carencias» se hará más posible planificar toda la complejidad que implica conocer de antemano hacia dónde fluirán los recursos, en qué magnitud y hacia cuáles áreas prioritarias se destinará el flujo de la inversión especializada.

DISTINTO AL 2005

El director de Onaplán afirma que en lo que concierne al actual presupuesto, dada la situación de crisis encontrada por el gobierno cuando asumió el poder, se confeccionó «inspirado en la austeridad».

«Dada la situación de la economía -explica el documento de Onaplán «Por una Visión de Futuro», – lo mismo que los recortes necesarios para que podamos cumplir con los prerequisitos del programa económico del FMI, los poderes del Estado y los municipios aceptaron una reducción en las asignaciones que les corresponden por ley».

Este documento, el cual comenta los inconvenientes confrontados por las actuales autoridades, al iniciar la confección del nuevo presupuesto del año en curso, sostiene que no obstante los problemas, el gobierno tiene conciencia de su «responsabilidad social».

Por ello, a pesar de la situación restrictiva, en el presupuesto del 2005 «fueron incluidos todos los recursos necesarios para que el gobierno cumpla con sus obligaciones con el sistema de Seguridad Social, así como con los programas sociales protegidos en el área de Educación y Salud».

Pero afirma que también fueron incluidos los recursos necesarios para el pago de la deuda y sus respectivos servicios, al igual que los aportes de la debida contrapartida de préstamos internacionales.

Un gran obstáculo confrontado fue el hecho de que la programación presupuestaria partió, según expresa el documento, de una reducción del gasto corriente en el tercer trimestre del 2004.

En el caso de la inversión, fueron priorizados proyectos que fueron incluidos en relación a su prioridad sectorial y de gobierno, hasta lograr el tope de los fondos establecidos para la inversión.

Al analizar las implicaciones del presupuesto ahora en ejecución, sostiene Onaplán en su documento, que debido a la situación en que se encontraba el país en términos de sostenibilidad financiera, y de viabilidad social y económica, se confeccionó un presupuesto «que debe ser considerado de emergencia», y que busca, mediante la política pública, estabilizar el entorno económico y social.

Los lineamientos para su elaboración estuvieron dirigidos a sanear las finanzas de las instituciones, así como asegurarles un mínimo de condiciones que les permitiesen brindar un mejor servicio a los ciudadanos.

«Por igual -se indica en el citado documento-, se logró realizar un ejercicio presupuestario, que dentro de sus limitaciones, permitió priorizar los sectores más afectados por la crisis económica y por el huracán Jeanne. Esto se hizo a través de una serie de programas protegidos».

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