El cáncer infantil no es muy común y a menudo profesionales de la salud no pueden detectar los signos de alerta.

La doctora Isabel Dionicio, encargada del área de Pediatría del Instituto de Oncología “Dr. Heriberto Pieter” asegura que el 50% del cáncer infantil corresponde a tumores líquidos (leucemias y linfomas), y el 50% restante se atribuye a los tumores sólidos (Ttumor cerebral, neuroblastomas nefroblastomas o tumor de willms), que son los más comunes en la infancia.

Al mismo tiempo resalta que por lo general los tumores que afectan a los niños no son los mismos que afectan a los adultos.

Según se estima, por cada 100 adultos afectados de cáncer, hay un niño que padece esta enfermedad.

¿Cómo surge el cáncer infantil? Ante esta interrogante la especialista asegura que los factores genéticos y las malformaciones juegan un papel importante en la aparición de la enfermedad, a diferencia de los adultos, donde los factores ambientales como agentes infecciosos, radiaciones, minerales y compuestos químicos tienen una gran incidencia. Se ha comprobado que el consumo de tabaco es la principal causa de cáncer.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los avances logrados en cuanto a tratamientos disponibles han permitido alcanzar elevadas tasas de supervivencia próximas al 80%. Sin embargo, esta tasa de supervivencia son significativamente más bajas para los niños que viven en entornos de bajos recursos, donde aproximadamente uno de cada 2 niños diagnosticados con cáncer fallecerá.

Apoyo. Ante el diagnóstico, la especialista explica que “cuando un niño es diagnosticado con cáncer cambia todo su entorno, por lo que los pediatras oncólogos solicitan la intervención de un psico-oncólogo que se integre a un equipo multidisciplinario y trabaje en el impacto del diagnóstico, acompañando a los padres y ayudándolos a manejar la incertidumbre ante la amenaza de muerte”.