Ondas asesinas emitidas
en casa perjudican tu salud

Ondas asesinas emitidas <BR>en casa perjudican tu salud

Las instalaciones y las aplicaciones de la electricidad y la electrónica están incrementándose continuamente. Sus efectos sobre la salud son ahora indiscutibles y ampliamente conocidos dentro del ambiente científico, aunque en lo que se refiere al público, la mayoría de la gente desconoce lo que puede hacer para protegerse de los efectos nocivos de algunos campos electromagnéticos. Ahora se sabe que la estimulación eléctrica influye en el crecimiento celular y ayuda a promover la consolidación de los huesos rotos.

Pero también se sabe que las intensidades de los campos electromagnéticos necesarios para que suceda este fenómeno, son mucho más grandes que las intensidades de la contaminación de los campos electromagnéticos.

Desde 1975 se conoce el efecto magnetotrópico de las bacterias hacia el polo norte.

Esto es muy importante cuando se habla del smog electromagnético.

Todos sabemos que en toda actividad que querramos desarrollar, aún en la búsqueda de la salud existen los riesgos, sin embargo es importante que se tomen las precauciones de lugar, a los fines de que esos riesgos sean mínimos. La mayoría de las personas creen que los riesgos de la salud relacionados con los campos electromagnéticos, son de origen externo, en el medio ambiente. La verdad es que el mayor riesgo está asociado con el uso de muchos aparatos electrodomésticos que usamos a diario en nuestras casas y oficinas.

Actualmente, la energía electromagnética abarca todo el mundo, es decir, no hay lugar donde esconderse de ella. En los lugares más remotos del planeta también estaríamos expuestos a un nivel de frecuencias corrientes ubicuas de 50 o 60 Hz, igual que las ondas de radio reflejadas en la ionósfera. Con esto, fácilmente podemos percatarnos de que el problema de la electropolución es mundial y para resolverlo se requeriría de un inmenso esfuerzo y coordinación internacional. Por otro lado, como individuos, sí tenemos algo de control sobre nuestros aparatos electromagnéticos que ordinariamente utilizamos en nuestra vida diaria. El único concepto básico que debemos de aplicar es la tasa de riesgo-dosificación. Por ejemplo, sabemos que una razuradora eléctrica produce un campo electromagnético extremadamente alto en potencia, si está conectada a la corriente eléctrica.

Hemos medido con diferentes aparatos, campos electromagnéticos de 60 Hz, de hasta 400 miligauss a un centímetro del filo de la navaja. Estos campos penetran la piel del operador. Existe evidencia científica de que los campos de 60 Hz de tan sólo 3 miligauss, están relacionados con el aumento de la incidencia de cáncer. Esto entonces nos dice que estos campos electromagnéticos emitidos por la razuradora eléctrica (conectada a la línea eléctrica) son 100 veces más potentes del máximo considerado como seguro. Hay grandes estudios epidemiológicos sobre los efectos de los campos electromagnéticos. La asociación más consistente se encuentra en los trabajadores eléctricos, los niños (particularmente para cáncer del cerebro y leucemia) y en la tasa de aborto, la cual, es más alta entre las usuarias de sábanas eléctricas en países fríos, por ejemplo.

El campo electromagnético ambiental hecho por el hombre, está producido principalmente por la transmisión local de la potencia eléctrica y la red de distribución y es el nivel de la fuerza del campo al que estamos expuestos constantemente. Este campo está presente dentro y fuera de nuestras casas y es casi imposible evitarlo. A través de diferentes investigaciones, se ha visto que los niveles del campo electromagnético ambiental, en la zona urbana, casi siempre exceden de los 3 miligauss.

El rango en la zona suburbana va de 1 a 3 miligauss. Estas lecturas pueden variar mucho de acuerdo a la proximidad con las líneas de transmisión de potencia eléctrica y transformadores de línea de potencia, localización esta muy desorganizada en la República Dominicana, donde es común tener en el patio o en el jardín una torre de alta tensión, por ejemplo. La Dra. Nancy Wertheimer de la Universidad de Colorado, quien publicó el primer estudio epidemiológico sobre cambios de frecuencia de poder, ofrece datos contundentes sobre la veracidad de este preocupante problema.

Torres de alta tensión, niños y cáncer. Algunos otros estudios, indican que la exposición residencial a campos electromagnéticos ambientales superiores a 3 miligauss, están estrechamente relacionados con aumentos en la incidencia de cáncer en los niños. La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que un nivel seguro es de máximo 0.3 miligauss. Wertheimer y Leeper reportaron que los niños que vivían en casas cerca de líneas eléctricas de poder tuvieron 2 o 3 veces mayor posibilidad de desarrollar cáncer, particularmente leucemia, linfomas y tumores del sistema nervioso que los niños que viven en casas más alejadas de estas configuraciones de alta corriente. Estos resultados fueron confirmados en general por estudios subsecuentes controlados hechos por Savitz et al. En 1989 la Oficina de Evaluación Tecnológica (OTA) publicó un descubrimiento clave que indica que los campos electromagnéticos de 60 Hz y otras bajas frecuencias pueden interactuar con los órganos y las células individuales produciendo cambios biológicos.

Es por ello que los investigadores recomiendan que para disminuir el nivel de fuerza de nuestro campo electromagnético interior, desconectemos todos nuestros aparatos eléctricos, cuando no los estemos utilizando, ya que, muchos de ellos, a pesar de estar apagados, siguen produciendo un campo electromagnético si permanecen conectados a la línea eléctrica. Cuidado cómo ve su televisor. Uno de los aparatos domésticos más comunes en nuestros días, es la televisión, la cual, además de producir una pequeña cantidad de radiación ionizante (como rayos X) también produce radiación no ionizante electromagnética que sale de todo el aparato. Aclaro esto porque muchas personas piensan que solamente se emiten campos electromagnéticos enfrente del aparato de televisión.  En estos casos, recomendamos que el operador esté al menos a un metro de distancia de la terminal de video para evitar riesgos y que el nivel electromagnético sea de aproximadamente 1 miligauss.

La clave

En la actualidad, cada vez son más las compañías que producen computadoras que emiten un nivel bajo de radiación. Otro punto relacionado con los campos electromagnéticos son las luces fluorescentes. Todos sabemos que son más baratas y duran más que las incandescentes. Es muy importante recalcar que la luz fluorescente, además de producir una luz con espectro mucho más angosto (lo cual, no es bueno biológicamente), produce un campo electromagnético más fuerte. Por ejemplo, si medimos el campo magnético de un foco de 60 wats incandescente, encontraremos a 5 cm de distancia un nivel de 0.3 miligauss.

El dato

Nuestros televisores son una fuente radiante de amplia banda, de los 60 Hz hasta radio frecuencias dentro del rango de los MHz. Las radiaciones emitidas por la TV salen en todas direcciones. Podemos decir, de una manera que entre más grande es la televisión, mayor es la fuerza del campo electromagnético que emite y que se extenderá más lejos. Por todo esto, recomendamos que las personas (particularmente los niños) se sienten a una distancia donde el nivel de fuerza  sea máximo de 1 miligauss.

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