Ondas de choque, puntal tecnológico que evita cirugías

Ondas de choque, puntal tecnológico que evita cirugías

POR ANNA JIMÉNEZ
En esta última década se ha impuesto, en el tratamiento de ciertas lesiones ortopédicas, una novedosa técnica derivada de las ondas ultrasónicas y que conocemos como ondas de choque.

Inicialmente estas ondas se han usado para desintegrar cálculos renales (litotricia) sin tener que recurrir a la vía quirúrgica y ha sido, en el transcurso de estos tratamientos, cuando se ha observado algunos de los efectos terapéuticos que estas ondas podrían tener en la medicina ortopédica.

Afortunadamente ya contamos con este adelanto en el país y está disponible en la oficina de Litotricia Especializada de la marca alemana mundialmente reconocida Richard Wolf, que representa Luís Castro, en el 2do. Piso de la clínica Gómez Patiño, como una dependencia independiente del centro de salud.

A continuación algunas explicaciones sobre las ondas de choque, que le asombararán y harán entender por qué miles recurren a este tratamiento, que en el país se sitúa entre 25 mil y 30 mil pesos.

Las ondas de choque (ESWT) son ondas electro-hidráulicas focales, producidas por los electrodos de una máquina y que son la base de la Litotricia que se ha utilizado para romper los cálculos del riñón desde hace años. Se originan en un electrodo computerizado y se transmiten por el agua. Estos choques o impactos son de una energía alta y provocan efectos biológicos y mecánicos.

Estas ondas son focales por lo que deben ser guiadas por láser para determinar la profundidad a que deben llegar y a la patología que nosotros debemos tratar. Esto las diferencia de las ondas radiales que se dirigen a una zona muy amplia y difusa por lo cual su eficacia es muy distinta para llegar a su objetivo.

Sus efectos generales son analgésicos a baja energía, metabólicos a mediana energía y de cavitación o micro-fracturas a alta energía y se utilizan unas u otras dependiendo de la patología que debamos tratar.

Son conocidos desde hace muchos años por su capacidad en pulverizar las piedras del riñón, pero son múltiples los trabajos y congresos que se realizan anualmente y cada día se le encuentran nuevas indicaciones como un método de tratamiento sin cirugía.

¿A QUIENES NO SE PUEDEN REALIZAR?

No se pueden efectuar en personas que tienen infecciones cutáneas o bien de tejidos profundos, los que padecen tumores óseos o metástasis, los que llevan un marcapaso , en embarazadas o en niños en fase de crecimiento. Tampoco se deben efectuar en personas con coagulopatias por el peligro de hematomas y en el sistema nervioso central, grandes vasos o pulmones.

¿CÓMO SE APLICAN?

La mayoría de ellas se pueden aplicar en la consulta sin anestesia o con anestesia local dependiendo de la energía que se deba aplicar. Existen patologías mayores, como los retardos de consolidación de las fracturas o las osteonecrosis , que precisará de una anestesia regional y en quirófano.

¿CUÁNDO SE NOTA LA MEJORÍA?

Existe un periodo de unas 6 horas en que se nota el efecto analgésico de las mismas, luego un período de una semana en que puede volver el dolor y progresivamente mejora hasta las 4º- 6ª semanas en que desaparece el dolor.

Se aconseja un máximo de 3 sesiones mientras se note mejoría progresiva y si después de la tercera sesión no existe ninguna mejoría se considera que las ondas de choque no serán efectivas. ¿Qué precauciones se deben de tomar después de la sesión de ondas sónicas o de choque?

Debe colocarse una bolsa de hielo cada 4-6 horas durante las primeras 12 horas para evitar moraduras o hematomas, tomar un analgésico si molesta después de las 4-6 horas y reposo relativo de la zona tratada.

Se deberán evaluar los resultados dentro de las 3-4 semanas siguientes por si precisa de una 2ª o 3ª sesión de ondas de choque.

¿CÓMO SÉ QUE LAS PUEDO HACER?

Previamente se debe efectuar una visita con las pruebas complementarias necesarias para valorar si su patología es posible tratarla y si entra dentro del protocolo.

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