El director de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), Pablo Tactuk, declaró que existe el riesgo de que el próximo censo de población no revele la cantidad de extranjeros ilegales que viven en el país, ya que por su condición irregular eluden ser empadronados.
Tactuk recordó que ese riesgo lo corren todos los países con inmigrantes y aún más si son indocumentados, quienes tienden a ocultar su condición porque dudan de para qué se les cuestiona.
Informó que el censo no preguntará a los entrevistados extranjeros sobre el estatus y sino solo informar su país de origen, con el fin de dar cifras globales sobre la cantidad de personas nacidas en otros territorios.
Recordó las cuestiones migratorias no son trabajo del censo.
En el caso de los inmigrantes haitianos, la mayoría que se encuentran residiendo de manera ilegal, Tactuk señaló que esperan obtener buena cifra sobre la cantidad que viven en el país, pero a sabiendas de que siempre habrá una subestimación.
Color de piel Contrario a otros censos, en este no habrá una casilla para registrar el color de piel de los dominicanos ya que, explic´´o Tactuk, esa información es irrelevante y no aporta nada a nivel de la planificación.
Tactuk recordó el invento del color indio se usó durante muchos años para tipificar a los dominicanos.
Mientras que Francisco Cáceres, encargado de Censos y Encuesta, explicó que ese dato es importante recogerlo sólo en países donde existen etnias, a los fines de reconocer sus derechos humanos y garantizar la calidad de vida de esas minorías.
Recordó que hasta los años 60, en la República Dominicana predominaba la percepción de que en este país no había personas de color negro, y que la raza blanca constituía alrededor del 20% de la población nacional.
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Los sectores educación y salud cuentan con las estadísticas más avanzadas del país, según afirmó Cáceres, gracias a la aplicación de forma periódica de las encuestas Enhogar y la Demográfica y de Salud (Endesa).
2002
El último censo realizado en el país fue en el año 2002 y sus resultados fueron cuestionados. Cáceres señaló que la planificación de esa investigación estuvo bien, pero que el problema se debió a una sustitución por motivaciones partidistas de los empadronadores previamente capacitados.