Bangkok. Naciones Unidas en Tailandia abogó hoy a favor de una respuesta colectiva y coordinada para erradicar el tráfico de personas en este país, que se enfrenta a un “desafío significativo” en la lucha contra la explotación de seres humanos.
Mujeres esclavizadas sexualmente o menores obligados a trabajar en lugar de ir a la escuela se encuentran, según la ONU, entre los colectivos más vulnerables en Tailandia.
También están miles de hombres explotados por la industria pesquera del país o minorías étnicas que huyen de la persecución y la marginalidad “solo para caer en manos de quienes no dan valor a la vida humana».
El coordinador residente de la ONU en Bangkok, Luc Stevens, indicó que ningún país puede “resolver” este problema solo, en un comunicado emitido coincidiendo con el Día Mundial contra el Tráfico Humano.
“Tailandia, al igual que muchos países de la región, se enfrenta a importantes desafíos en la lucha contra el tráfico de personas y la explotación de los seres humanos”, dijo Stevens.
“Es nuestra responsabilidad colectiva hacer frente a uno de las violaciones de los derechos humanos más atroces (…) Y en Naciones Unidas estamos firmemente al lado de aquellos comprometidos con la lucha contra este mal moderno”, añadió el coordinador de la organización en Tailandia.
En el mismo comunicado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a la unidad de todos los países para hacer frente a esta “amenaza transnacional”, proteger a la víctimas y perseguir a los criminales.
Estados Unidos mantuvo a Tailandia al nivel más bajo entre los países que no hacen suficientes esfuerzos para lograr los estándares mínimos, en su informe anual sobre tráfico de personas publicado esta semana.
Miles de birmanos, camboyanos y laosianos viajan a Tailandia en busca de un futuro más próspero y caen en las redes del tráfico de personas que los acaba vendiendo a empresarios sin escrúpulos sin que las autoridades locales hagan nada al respecto.