NACIONES UNIDAS (EFE).- La Comisión para la Población y el Desarrollo de la ONU advirtió ayer del impacto devastador de la epidemia del Sida en la población y el crecimiento económico y social de los países.

Es la primera vez que esta Comisión, que celebra su 38 período de sesiones, incluye la epidemia del Sida en su agenda, pese a que las agencias de la ONU y otros organismos internacionales han ido gradualmente incorporando el asunto en sus estrategias.

Al menos 40 millones de personas viven hoy en día con el virus del Sida en el mundo, la mayoría en países subdesarrollados, según datos del Programa de la ONU contra el Sida (UNAIDS).

Se calcula que, de no existir el Sida, la población en medio centenar de países sería superior a la de hoy en día en 50 millones de personas, y en 129 millones de personas más en el 2015.

En el ámbito regional, se destaca que en los 38 países africanos más afectados, el crecimiento de la población previsto entre el 2005 y el 2015 será de un 2 por ciento, lo que representa un porcentaje inferior al 2,5 por ciento proyectado si no hubiera la enfermedad.

La directora de la División para la Población de la ONU, Hania Zlotnik, mostró su satisfacción de que la Comisión haya incluido el control del Sida como una prioridad en su agenda, y destacó la necesidad de adoptar un enfoque «multifacético» para combatir la epidemia.

Subrayó el impacto devastador que el Sida tiene sobre la población, pero también sobre la productividad económica, pues la mayoría de los afectados son personas que se encuentran en edad laboral, además de los costos que supone para el sistema de salud de los países.

«Sabemos que los costos para la prevención y tratamiento del Sida son altos, pero la inversión inicial aporta beneficios enormes», declaró.

En este sentido, puso hincapié en la necesidad de garantizar servicios de salud reproductiva a las mujeres -que son las más vulnerables al contagio- para prevenir y diagnosticar la enfermedad.

En la reunión de la Comisión también participó Paulo Roberto Texeira, coordinador del Programa del Sida en el Estado de Sao Paulo (Brasil), quien denunció que los fondos para combatir la epidemia son insuficientes, por lo que pidió a los países ricos que adopten un nuevo plan Marshall.

«Son ricos porque se han llevado la mayoría de riquezas del mundo. La responsabilidad está en ellos de cambiar el curso de la historia», declaró.

Brasil, junto con otros países como Uganda, Senegal, Cuba, Uruguay o Costa Rica, han adoptado políticas nacionales que han permitido revertir la propagación del Sida.

Texeira abogó por adoptar un planteamiento integral para combatir la epidemia del Sida, basado en el tratamiento, la prevención y el derecho de las personas afectadas.

En este sentido, indicó que recomendaciones como la abstinencia y la fidelidad en las parejas no tienen un impacto que permita prevenir la infección y paliar la epidemia.

«No podemos vincular temas éticos y morales de las sociedades con problemas de salud. No podemos permitir que estas cuestiones religiosas, éticas y culturales se conviertan en una barrera para la prevención», indicó.

Subrayó que la actividad sexual es «algo inherente al comportamiento humano», por lo que una información clara, así como el uso de condones, «son la manera más realista de promover la prevención».

Sobre el tratamiento, abogó por ofrecer subsidios y llegar a acuerdos entre gobiernos y farmacéuticas para lograr la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud de que 3 millones de personas en el mundo puedan tener acceso a tratamientos antiretrovirales a finales de este año.

Por otro lado, puso de manifiesto que la epidemia del Sida no podrá controlarse si existen grupos marginados, como homosexuales, prostitutas y drogadictos, que no tienen acceso a los tratamientos.

La Comisión para la Población y el Desarrollo acabará mañana su actual período de sesiones, cuando se espera adoptar una resolución que inste a los gobiernos a impulsar más a fondo políticas para erradicar la epidemia del Sida.