NUEVA YORK (AFP) – El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó este lunes una resolución exigiendo a Siria que coopere plenamente en la investigación sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, y amenaza con tomar «medidas» adicionales en caso contrario. En presencia de sus ministros de Relaciones Exteriores, el Consejo de Seguridad adoptó por unanimidad (15 votos a favor y ninguno en contra) un texto que dice que si Damasco «no cumple con los requerimientos de esta resolución», el Consejo «considerará medidas adicionales» que no especifica.

   En la versión final de la resolución, los promotores de la misma -Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia- lograron atraer el voto de Rusia, China y Argelia -el único miembro árabe de la instancia- suprimiendo toda mención al capítulo 41 de la carta de Naciones Unidas que regular la aplicación de sanciones económicas y diplomáticas.

   Pese a ello, los promotores insistieron en la firmeza del texto.

   La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, afirmó durante su intervención en la sesión que la resolución «deja claro que el incumplimiento de las demandas» de la misma «acarreará serias consecuencias» para Siria.

   Rice describió a Siria como un país aislado por culpa de «sus mentiras, su apoyo al terrorismo, su injerencia en los asuntos de sus vecinos y su conducta desestabilizadora», justo cuando Washington presiona a Damasco para que impida la entrada en Irak de «terroristas» y deje de apoyar a grupos armados como Hezbolá.

   «No queremos imponer sanciones a Siria, queremos su cooperación», dijo por su parte el ministro de Exteriores británico Jack Straw, precisando que el texto es «un fuerte mensaje para que las autoridades sirias cooperen plenamente».

   Su par francés, Philippe Douste-Blazy afirmó que «los líderes sirios deben entender que el Consejo de Seguridad, y la comunidad internacional en su conjunto, no se contentará con menos que una inmediata y plena cooperación».

   En ese contexto, el canciller brasileño Celso Amorim advirtió de que «cualquier medida adicional sólo puede ser tomada en la base de una consideración colectiva» del Consejo.

   Su homólogo chino, Li Zhaoxing, dijo que hubiera sido «inapropiado» amenazar explícitamente con sanciones porque hubiera significado «prejuzgar los resultados de la investigación».

   El titular de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, recordó a Siria que «las diferencias entre miembros del Consejo de Seguridad» sobre la cuestión de las sanciones «no son un pretexto para no cumplir con la resolución».

   El último en tomar la palabra, fue el canciller sirio Faruk al Shara, que reiteró la inocencia de su país, dijo que la resolución es «ilógica y basada en posturas preconcebidas respecto a la culpabilidad» de Damasco.

   La resolución es la respuesta a las quejas de la comisión internacional que investiga el asesinato de Hariri por encargo del Consejo y que lamentó en sus conclusiones, difundidas el 20 de octubre, que Damasco no sólo no cooperó sino que además obstruyó su trabajo.

   La comisión llegó a la conclusión de que existen evidencias de que altos miembros de la inteligencia y seguridad sirias participaron en la conspiración para asesinar a Hariri, un político que lideraba la oposición a la tutela siria del Líbano y que murió en un atentado con coche bomba en Beirut el 14 de febrero de 2005.

   La resolución aprobada este lunes exige que «Siria debe detener a aquellos funcionarios o ciudadanos que la comisión considere sospechosos de estar involucrados en la planificación, apoyo, organización o comisión de este acto terrorista, y que sean puestos a plena disposición de la comisión» dirigida por el magistrado alemán Detlev Mehlis.

   Asimismo, afirma que «la comisión debe tener respecto a Siria los mismos derechos y autoridades» en la investigación y que Damasco «debe cooperar con la Comisión plena e incondicionalmente sobre esta base».

   La tercera exigencia del Consejo de Seguridad es que la Comisión «tenga la autoridad para determinar el lugar y las modalidades de interrogatorio de funcionarios y ciudadanos sirios».

   Finalmente, el Consejo advierte a Siria de que «no interfiera en los asuntos internos del Líbano, ni directa ni indirectamente».