NUEVA YORK. La Asamblea General de las Naciones Unidas votó el martes a favor de negociar un nuevo marco jurídico multilateral que proteja las reestructuraciones de deuda de ataques especulativos, algo que Argentina calificó como “histórico”.

El voto fue una simbólica victoria para el país latinoamericano, que lleva más de una década de batalla judicial contra varios fondos de inversión estadounidenses que le exigen la cancelación de títulos en cese de pagos.

La propuesta fue aprobada por 124 votos a favor, 11 en contra y 41 abstenciones. Estados Unidos fue uno de los países que se expresó en contra declarando que el nuevo marco “generaría incertidumbre en el mercado”.

Por su parte, la presidenta argentina Cristina Fernández dijo durante un acto en Casa de Gobierno, en Buenos Aires, que el voto servirá de apoyo a países “que tienen dignidad” y que “no quieren ser estafados”. “Me siento muy orgullosa como argentina porque hemos asentado doctrina internacional”, dijo Fernández. “Quiero agradecer a los grandes países , que pudieron mirar para otro lado y no lo hicieron”.

El marco regulatorio que busca Argentina en la ONU pretende fijar normas que impliquen que si la mayoría de los acreedores acepta las condiciones de una reestructuración de deuda ésta debe ser aceptada por la totalidad de los tenedores de bonos.

El canciller argentino Héctor Timermanádijo en Nueva York que la resolución facilitará la creación de un nuevo sistema “que respete a la mayoría de acreedores y permita a los países salir de las crisis de forma sustentable”.

“El mundo ha hablado y ha dicho que la deuda tenga un marco regulatorio que abarque a todos los países del mundo”, declaró Timerman a los periodistas, después del voto.

La resolución no es declaratoria y establece empezar a negociar un marco regulador para los procesos de reestructuración de deuda soberana “con miras a, entre otras cosas, aumentar la eficiencia, la estabilidad y la previsibilidad del sistema financiero internacional”.

Argentina iniciará el texto de ese nuevo marco y negociará con los países que votaron en contra de la propuesta, dijo Timerman.

El año que viene espera volver a la ONU para que se apruebe un proyecto más concreto de forma unánime, señaló. Un juez neoyorquino ordenó en 2012 que Argentina no puede pagar a los bonistas que aceptaron los canjes de deuda que realizó el país en 2005 y 2010 si no paga también a los inversores que compraron esos títulos a precio de ganga y luego no aceptaron las condiciones establecidas en esos canjes.

Esos últimos son conocidos en Argentina como “fondos buitre” y exigen al país latinoamericano el pago de al menos 1.500 millones de dólares. Argentina se niega a cumplir con la sentencia del juez de Nueva York Thomas Griesa que la obliga a pagar esa cantidad.

Debido al conflicto, las agencias calificadoras declararon a Argentina en default técnico a fines de julio. Las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes o de obligado cumplimiento, es decir, que no se puede forzar a cada país a cumplir con ellas.

El documento aprobado el martes pide que se intensifiquen los esfuerzos para prevenir las crisis de deuda “mejorando los mecanismos financieros internacionales de prevención y solución de crisis, en cooperación con el sector privado, con miras a hallar soluciones aceptables para todos”.

Portavoces de NML Capital, uno de los bonistas litigantes en el caso de Argentina, no respondieron un mensaje de Associated Press pidiendo reacción al voto del martes.

Además de Estados Unidos, Japón, Israel, Canadá y Australia votaron en contra de la resolución. Italia, que habló en nombre de la Unión Europea, declaró que Naciones Unidas no es el organismo adecuado para debatir nuevos parámetros en reestructuraciones de deuda.

La resolución fue presentada por el grupo de naciones G77 más China, presidida ahora por Bolivia. Sacha Llorenti, embajador de Bolivia ante la ONU, declaró antes del voto que asuntos como estos afectan a todos los países.

“Hoy le toca a la Argentina pero cualquier país en desarrollo, en incluso desarrollados, han sufrido la misma actitud depredadora, y seguirá ocurriendo”, dijo Llorenti. “Los fondos buitre representan un riesgo para todos los futuros procesos de reestructuración de la deuda”.

Por otro lado, Fernández aprovechó el martes para pedirle a la oposición que el miércoles vote en la Cámara de Diputados un proyecto para cambiar a Buenos Aires y Francia la jurisdicción de pago de los bonos de deuda que están frenados en Estados Unidos debido a un fallo judicial.